Durante julio del 2019 la actividad económica nacional registró su tercera caída en lo que va del año. La contracción fue de 0.6% en comparación anual, resultado presionado por el comportamiento negativo de las industrias y avances débiles de las actividades terciarias. El dinamismo presentado en el sector agropecuario no es suficiente para levantar la economía nacional.
El Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) registró un decrecimiento también en su comparación inmediata, sólo de junio a julio la economía nacional se contrajo 0.1%, siguiendo datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El IGAE, que brinda un panorama general del comportamiento de la economía mexicana en el corto plazo, refleja que en 2019 las actividades productivas en conjunto han mostrado una tendencia de desaceleración. Los crecimientos presentados han sido modestos; y se han registrado caídas en marzo y mayo de 0.6 y 0.2% respectivamente.
El sector que ejerce de manera importante presiones negativas sobre la economía nacional es el de las actividades secundarias. Durante el séptimo mes del año la producción en este sector cayó 2.8% en su comparación anual, ligando nueve meses consecutivos en el terreno negativo. Especialmente debido a la recesión dentro de las industrias de la construcción y la minería.
Durante julio de este año la contracción de la actividad de las constructoras se profundizó hasta 9.1% a tasa anual, siendo el sector con el peor desempeño y ligando seis caídas al hilo.
Enseguida se presentó la caída de 7.4% en la actividad minera nacional, sector que no logra salir de los números rojos desde el 2013.
Por su parte, la industria de generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica y suministro de agua y gas también mostró resultados negativos. Después de cuatro meses con crecimientos en julio su actividad económica cayó 1.1% a tasa anual.
El único rubro que registró una expansión económica en este lapso fue el de las industrias manufactureras, con un incremento anual de 1.2% en su actividad económica relajó la caída del sector industrial.
Fuente: El Economista