Es bastante normal que al instalarse un nuevo gobierno, se genere un ambiente de cautela por parte de los inversionistas. En el caso de México, este sentimiento se ha tornado en incertidumbre “en parte” por las decisiones económicas tomadas por el gobierno que apenas tiene un mes y algunos días en el poder, advierte Gian Maria Milesi-Ferretti, subdirector del Departamento de Investigación Económica en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Estamos hablando de los efectos que tendrá en los inversionistas la incertidumbre generada por los cambios en políticas dirigidas por la administración como ha sido la cancelación de la construcción del que habría sido el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (...) y las menores oportunidades de inversión en el sector energético”.
Anticipa que los inversionistas esperarán varios meses para identificar la forma de gobernar de esta administración, “de la que no se tienen antecedentes a nivel federal”.
Consigna que en un nuevo episodio de aversión al riesgo emergente, es menos probable anticipar inversiones productivas generadoras de crecimiento si el mercado doméstico también está inmerso en un ambiente incierto.
“El recorte de expectativas para México, de casi medio punto porcentual para este año y el próximo, recoge el impacto de esta incertidumbre relacionada un poco con las decisiones de política económica tomadas, las menores posibilidades de inversión del sector privado en proyectos de energía, así como en el efecto de las elevadas tasas de interés en la economía”.
La tracción que suele generar Estados Unidos a la economía mexicana volverá a ser determinante. Falta ver hacia dónde se mueve.
Fuente: El Economista