Justo cuando los inversionistas europeos pensaban que las perspectivas para las acciones de la región no podían ser mucho más sombrías, el euro alcanzó este miércoles 13 de julio la paridad con el dólar por primera vez en dos décadas.
El euro cayó para negociarse justo por debajo de un dólar por primera vez desde 2002 y se ha debilitado alrededor del 12 por ciento en lo que va del año. Mientras que el dólar se fortaleció gracias a los datos de inflación de Estados Unidos, que fueron mejores de lo esperado.
El dólar ha estado a favor este año como una inversión de refugio, ayudado por las tasas de interés más altas del país estadounidense y ha habido especulaciones de que el repunte podría incitar a las autoridades mundiales a intervenir para debilitarlo en algún momento.
Sin embargo, el debilitamiento del euro se está convirtiendo rápidamente en un problema para el Banco Central Europeo, ya que su depreciación lo lleva por debajo de la paridad con el dólar.
La caída se suma a los obstáculos para los inversores bursátiles europeos que ya se enfrentan a una desaceleración del crecimiento económico, una inflación vertiginosa y una crisis energética en espiral.
La caída del 12 por ciento del euro es el resultado de múltiples presiones, desde la guerra en Ucrania hasta una crisis energética y el creciente riesgo de que Rusia corte las exportaciones de gas y empuje a la zona del euro a la recesión.
Algunos analistas dicen que la paridad puede no ser el punto final, sino simplemente un trampolín hacia una mayor debilidad.
Además, economistas señalan que el desplome de la moneda está siendo fomentado tanto por la preocupación por las perspectivas económicas de Europa como por los inversionistas que buscan refugio en el dólar.
También se une el peligro claro y presente de que Rusia corte el suministro de energía y la agitación económica que eso produciría, es decir, un cierre de las fábricas y un racionamiento generalizado de energía.
El pasado domingo, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Bruno Le Maire, advirtió que es “probable” que Rusia corte totalmente el suministro de gas a Europa.
Por esta razón, analistas esperan que el banco central europeo responda con un aumento de tasas mayor al previsto para este mes.
Fuente: El Financiero