La historia real de la Lolita de Nabokov

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 14-06-2019

La promoción de la película de Stanley Kubrik Lolita basada en la novela del mismo nombre del escritor Vladimir Nabokov se sustentaba sobre una provocativa frase:

¿Cómo puede ser que hayan hecho una película de Lolita?

La frase iba acompañada de un primer plano (¿o era al revés: el primer plano iba acompañado de la frase?) de Sue Lyon con unas gafas rojas con dos corazones enmarcando los cristales tintados y devorando una piruleta también con forma de órgano vital. (Unas gafas que, por cierto, sólo están en el cartel de la película porque lo que se dice salir en la cinta, no salen.)

Estamos hablando de la misma Lolita que Cary Grant, al que Kubrik ofreció el papel de Humbert Humbert, se negó a protagonizar, mostrando pública y notoriamente su asco. Es también la misma película en la que James Mason se estuvo arrepintiendo de no haber aceptado el papel de Quilty, el otro depravado sexual que (spoiler como una catedral) termina asesinando. (No vamos a ahondar en ello, pero tenía más que ver con el talento de Peter Sellers, que parecía haber nacido para el papel, que para el papel en sí).

Y estamos hablando de una película que se inspira una novela que no encontró editor en Estados Unidos a la primera y no tuvo más remedio que editarse, por su contenido considerado como pornográfico, en un sello francés especializado en contenidos, eso, pornográficos. La promoción del libro la hizo el mero hecho de ser prohibida: qué mejor que el halo de 'prohibido' para promocionar una obra.

¿Qué habría ocurrido si los editores estadounidenses hubieran sabido que se inspiraba en hechos reales? ¿Habrían decidido publicarla al recibir el manuscrito? ¿Habrían entrado en el juego y habrían lanzado una promoción que rezara? :

¿Cómo puede ser que alguien haya convertido las violaciones reiteradas de un desequilibrado a una niña de once años en un libro?

Visto así, a nadie se le habría ocurrido, ¿verdad?

El 14 de junio de 1948, Florence Sally Horner, una estudiante de once años, en quinto grado de Primaria, se atrevió a entrar en una tienda Woolworths con las chicas más populares de su clase para demostrar su valor y robar algún objeto de 10 centavos. Florence introdujo un cuaderno de cinco centavos en su bolso y cuando se giró, un hombre de 53 años le agarró del brazo y le soltó: "Soy un agente del FBI, y usted está bajo arresto".

Por supuesto no era un agente de FBI. Por supuesto no estaba bajo arresto. Era una depravado sexual que iba a secuestrar a Sally. Un día después se pasó por casa de Sally, se hizo pasar por el padre de una amiga y se llevó a la niña. Desapareció dos años.

Lolita no es un ejercicio de Nuevo Periodismo como lo es A Sangre Fría, pero al igual que ésta bebe de un terrible crimen para cobrar vida. La segunda no sólo reconocía su origen, sino que su apego a la realidad era su principal baza: contar la realidad de tal forma que convirtiera a víctimas, verdugos y espectadores en personajes. La primera nunca reconoció públicamente la inspiración, aunque quedan huellas en notas manuscritas del autor, ahora reveladas al público, y en pistas repartidas a lo largo del texto. Ninguna de las dos obras habría existido sin la realidad. Sin la maldita realidad.

Hacia el final de la novela de Vladimir Nabokov Lolita (Anagrama), Humbert Humbert se pregunta, entre paréntesis (porque en las novelas de Nabokov todas las cosas importantes van entre paréntesis, lo que, de por sí, ya constituye una pista importante): "¿Le hubiera hecho a Dolly, tal vez, lo que Frank La Salle, un mecánico de 50 años, le había hecho a Sally Horner, de 11 años, en 1948?". Sally Horner era un ser humano de carne y hueso con una historia que la prensa de principios de los años cincuenta apenas prestó atención (la fecha de 1948 es un error premeditado de Nabokov).

De hecho, Nabokov no le habría prestado atención si Horner no hubiera muerto pocos años después en un accidente de coche. El 20 de agosto de 1952 algunos diarios estadounidenses publicaron esta nota:

Woodbine, NY - Sally Horner, una niña de 15 años de Camden, Nueva Jersey, que pasó 21 meses cautiva de un delincuente moral de mediana edad hace unos años, murió en un accidente en una carretera el lunes a primera hora. Sally desapareció de su casa de Camden en 1948 y no se supo nada más de ella hasta 1950 cuando, después de escaparse, contó una angustiosa historia de pasar 21 meses como esclava de Frank LaSalle, 52. LaSalle, un mecánico, fue arrestado en San José , California ... se declaró culpable de los cargos de secuestro y fue sentenciado a 30 y 35 años de prisión. Fue calificado como "leproso moral" por el juez que emitió la sentencia.

Y ahí se disparó el interés del autor, que llevaba una década tratando de acabar una novela en la que un hombre adulto tenía fantasías con una niña.

El crimen, realmente, se había cometido dos años antes. Estos son algunos recortes de prensa de la época:

SAN JOSE, California, 22 de marzo de 1950 - Un criminal sexual de Nueva Jersey con cara de halcón fue retenido por el FBI hoy, acusado de obligar a una colegiala de 13 años a huir de su familia, tener relaciones sexuales con él y viajar por todo el país con él.La niña, desaparecida durante casi dos años, dijo que hizo todas estas cosas porque temía que el hombre de 52 años expusiera su robo de una libreta de cinco centavos.

La chica era Florence Sally Horner de Camden. El sheriff Howard Hornbuckle dijo que la niña le dijo que La Salle la obligó a abandonar Camden el 15 de junio de 1948.mLa primera semana que estuvieron juntos, el alguacil dijo que le dijeron, La Salle y la niña tuvieron relaciones sexuales, que estas relaciones continuaron hasta hace tres semanas cuando un compañero de escuela en Dallas, Texas, a la que asistía le dijo a Sally que lo que estaba haciendo estaba mal.

SAN JOSE, California, 22 de marzo - Una niña regordeta de 13 años dijo hoy a la policía que acompañó a un hombre de 52 años en una gira de dos años por el país, por temor a que la exponga como una tienda. La niña, Florence Sally Horner de Camden, Nueva Jersey, fue encontrada aquí anoche después de que ella llamara a su casa y le dijera a su hermana: "¿Podés enviar al FBI a por mí?"

Su compañero, Frank La Salle, un mecánico desempleado, está bajo acusación por su secuestro. Los oficiales dijeron que la niña les dijo que La Salle la había obligado a someterse a relaciones sexuales.

La joven de buen aspecto, con cabello castaño claro y ojos azul verdoso, atribuyó sus problemas a un club al que se unió en una escuela de Camden. Uno de los requisitos, dijo, es que cada miembro robe algo de una tienda de diez centavos. Ella robó un artículo, relató, y La Salle estuvo mirándola. Ella dijo que él le dijo que era un agente del FBI y que "tenemos un lugar para chicas como usted".

Sally dijo que se fue con él, bajo su amenaza de que, a menos que lo hiciera, la enviaría a un reformatorio.

SAN JOSE, California, 23 de marzo - Un mecánico de 52 años con un largo historial de ofensas morales se enfrena a una multiplicidad de cargos por secuestrar a una niña y, presuntamente, abusar de ella. Frank La Salle fue acusado ante el comisionado Marshall Hall de los EE. UU. El día de ayer por el cargo de Mann de transportar a una niña a través de las fronteras estatales con fines inmorales. La fianza se fijó en 10,000 dólares.

La Salle está acusado de secuestrar a Florence Horner, de 12 años, sacarla de su hogar en Camden, Nueva Jersey, hace dos años, y obligarla a someterse a relaciones sexuales mientras viajan por el país. Supuestamente ató a la niña a él con amenazas de "entregarla" por un robo de cinco centavos. La niña logró telefonear a una hermana y dijo que quería irse a su casa para "enviar al FBI". La policía de San José, alertada por las autoridades de Camden, encontró a la niña en un trailer el martes por la noche y unas horas más tarde arrestó a La Salle cuando regresó al vehículo en el que habían estado viviendo los dos.

La Salle protestó que era el padre de Florence, pero las autoridades de Nueva Jersey dijeron que el padre de la niña había estado muerto durante siete años.

Como siempre ocurre con la prensa (sí, somos así), las fechas bailan, las edades bailan, los nombres tienen erratas, pero la historia es clara: un depravado sexual, haciéndose pasar por un agente del FBI convence a una niña de once años para que mienta a sus padres y les convenza para que le dejen ir a casa de una amiga, inventándose que el (presunto) padre de una de ellas (el criminal) le llevaría en su coche. El criminal la retiene durante dos años en los que recorren el país de punta a punta en coche haciéndose pasar por su padre, alojándose en moteles de carretera y en un destartalado trailer, y abusa de ella repetidamente hasta que ella pide ayuda a su familia. Detienen al violador. La niña muere dos años después en un accidente de coche. Un escritor lee la historia y como coincide que estaba trabajando en una novela a la que no conseguía dar forma en la que un adulto se enamoraba de una niña se inspira en este caso, pero, asegura, nada tiene que ver. Aunque deja pistas en el libro.

Se puede estirar más o se puede estirar menos, pero esos son los hechos.

Similitudes del caso con la novela

Ahora, dos libros, la novela Rust & Stardust, de T. Greenwood (St. Martin's), y el libro de no ficción The Real Lolita (Ecco), de Sarah Weinman, se centran en cómo el secuestro de Sally proporcionó la materia prima para que Nabokov completara una novela que había sido incapaz de terminar durante una década. Un artículo publicado en 2005 por Alexander Dolinin en el Times Literary Supplement ya había puesto sobre la pista al mundo literario con muchos de los datos que ahora se han investigado.

El cautiverio de Lolita dura casi dos años, los "extensos viajes" de Humbert Humbert y su "novia-niña" por todo Estados Unidos, desde Nueva Inglaterra hasta California, sus estancias en innumerables moteles de carretera, la constante afirmación de que él es el padre de la niña... todos estos elementos de la trama de la novela parecen derivar del precedente de la vida real y referirse a él.

Escribía Dolinin en el Times Literary Supplement:

La secuencia y el lapso de tiempo de los eventos son sorprendentemente similares. Sally Horner vivió con Frank La Salle durante veintiún meses, fue a la escuela en Dallas donde le confió el secreto a un amigo, reanudó los viajes con el secuestrador y finalmente, tres semanas más tarde, hizo una llamada telefónica crucial para pedir ayuda, escapándose de ella. Después de veintiún meses con Lolita, cuando la pareja se queda en Beardsley, Humbert repentinamente se da cuenta de que ella ha crecido y se está escapando de su poder. Él sospecha que ella le contó todo a su amiga de la escuela Mona, y podría estar acariciando "el pensamiento furtivo ... que quizás después de todo Mona tenía razón, y ella podría exponer a [Humbert] sin que ella misma se penalice". Tienen una discusión terrible, pero Lolita logra escapar y hacer una misteriosa llamada telefónica, y luego le dice a Humbert: "Se ha tomado una gran decisión". Ellos reanudan sus viajes y alrededor de un mes después, Lolita logra escapar.

Pero es que hay más:

Cuando en el capítulo final de la novela Humbert afirma que se habría dado a sí mismo "al menos treinta y cinco años por violación, y desestimó el resto de los cargos", imita una frase aparecida en prensa de Frank La Salle.

Varios detalles trasladados por Nabokov de los artículos de los periódicos parecen subrayar una afinidad entre Sally Horner y Lolita: ambas son hijas de madres viudadas; ambos tienen cabello castaño. Luego están las "manos florentinas" y los "pechos florentinos" de Lolita, que, como escribía Dolinin, "evocan no solo a Boticcelli sino también al nombre de Florence Sally Horner. Fue en la triste historia de la niña de Nueva Jersey donde Nabokov encontró una explicación psicológica de la aquiescencia de Lolita en su papel de esclava sexual".

"Esta es, pues, mi historia. La he releído. Se han pegado pedazos de médula, y costras de sangre, y hermosas moscas de fulgor verde. En tal o cual recodo del relato siento que mi yo evasivo se escapa, deslizándose en aguas más hondas y profundas que las sondeadas. He disfrutado cuanto he podido, para no herir a las gentes. Y he jugueteado con muchos seudónimos antes de dar con uno que se me adaptara convenientemente. [...] pero por algún motivo creo que el escogido es el que mejor expresa mi suciedad."

Cuando Vladimir Nabokov arranca Lolita con estas palabras no es sólo el personaje de Humbert Humbert el que habla. Es el propio Nabokov.

Fuente: Esquire

 

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