Hermanos de armas: Vietnam según Spike Lee

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 14-06-2020

En medio de los conflictos raciales en Estados Unidos y con independencia del habitual y necesario activismo cinematográfico de Spike Lee, es complicado saber qué ha intentado hacer el director afroamericano en su nueva obra: Da 5 Bloods: hermanos de armas, su aportación a la Guerra de Vietnam, a la que resulta difícil encontrarle incluso el tono. Algo que, en principio, no tiene por qué ser negativo pues las películas que descolocan siempre tienen la virtud de lo insólito, pero las libertades de Lee, la narrativa y la tonal, aparte de indescifrables casi en todo momento de sus largas dos horas y media, están al borde del sonrojo.

Cuatro (casi) ancianos negros que combatieron en Vietnam en el mismo batallón se citan para el reencuentro en un hotel de Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón, para intentar recuperar en la jungla el cadáver de un quinto amigo muerto en combate y enterrado junto a un tesoro escondido en forma de lingotes de oro. Lee toma algunas decisiones formales interesantes: formato panorámico cada vez más ancho conforme se adentran en la selva, para las secuencias en el presente; y formato 4:3 para los flashbacks de 1971, con una fotografía de grano duro al estar filmadas en 16 mm. Los riesgos más discutibles comienzan con la introducción de fotografías documentales de personajes históricos o anónimos, con pequeños textos aclaratorios, e incluso algún pasaje documental para ilustrar un chiste de ficción, por ejemplo, un discurso de Donald Trump, casi como un inserto a lo Michael Moore en medio de un relato ficticio.

Recursos dramáticos en el alambre que casi quedan en poco esenciales si se comparan con el hecho de que los pasajes del pasado, durante la guerra, los interpreten también (sin rejuvenecimiento digital) Delroy Lindo, Clarke Peters y compañía, al borde de la setentena de edad, junto al mucho más joven Chadwick Boseman, en la piel del soldado muerto en acción. El contraste es extrañísimo, pero a pesar de todo a este crítico el ejercicio, suicida de por sí, le parecería interesantísimo en su metáfora de la pervivencia de la guerra en las cabezas de sus personajes si estuviese bien desarrollado.

Los principales dislates de Da 5 Bloods son, sin embargo, su modulación genérica y el grosor de su discurso. Parece un drama bélico que va en serio, pero hay tantos pasajes que se asemejan a una parodia, incluida la acción, que resulta descorazonador: los monólogos a cámara; los pedestres diálogos sobre el papel francés en el conflicto y en la Segunda Guerra Mundial; el folletín de la hija secreta. Y muchos momentos definitivamente cercanos a un episodio de El equipo A o, más allá, a la burla desprejuiciada de Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra!

El director de Haz lo que debas pretende desmitificar el cine bélico sobre Vietnam, quizá incluso reírse de ello (La cabalgata de las Walkirias para ilustrar la imagen de una barcaza turística; el fuego amigo de Nacido el 4 de julio), pero ni eso tiene gracia. Y lo único que queda es el mensaje final: los negros fueron a una guerra para luchar por unos derechos de otros que ni ellos mismos tenían en su propio país.

Fuente: El País

comments powered by Disqus

Servicios

f

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. PUEBLA PUEBLA