En la historia del cine, existen un sinfín de películas que se vuelven de culto pero que en su estreno pasan desapercibidas debido a diversas razones ajenas a la calidad de la cinta. Una de ellas es la ópera prima de Brad Bird: El gigante de hierro (The Iron Giant) que en 1999 fuera la apuesta animada de Warner Bros. para el verano pero pasara desapercibida por una deficiente campaña de marketing. Sin embargo el tiempo le dio la razón a Bird y compañía y El gigante de hierro es hoy por hoy una de las mejores y más humanas cintas animadas en la historia.
A continuación te compartimos algunos datos para que te convenzan de ver -o volver a ver- este clásico animado y de paso prepararte para nuestro podcast especial de El gigante de hierro en donde hablaremos más a detalle de la película.
The Iron Man
La historia de El gigante de hierro está basada en la novela del escritor inglés Ted Hughes titulada The Iron Man de 1968, que para su publicación en Estados Unidos cambió de nombre para no tener problemas con Tony Stark y Marvel. Sin embargo la historia de la novela resulta un tanto diferente en algunos casos como: el robot proviene del mar en lugar del espacio, el niño protagonista le cuenta a todo el pueblo sobre el robot, y la amenaza final es un dragón gigante el cual sí proviene de las estrellas.
Sci-Fi de los 50
Otro de los elementos que tomaron inspiración los dibujantes que trabajaron en El gigante de hierro fueron los shows y películas de ciencia ficción de los 50 tales como El día que la tierra se detuvo, La cosa del otro mundo o It came from outer space.
La combinación en técnicas de animación
Por un lado fue la primera película en juntar la técnica de animación 2D con un personaje generado completamente con CGI, en este caso el gigante, a través de un software que no se había utilizado en su totalidad, por lo que los animadores estaban experimentado desde cero. Pero, por otro lado, El gigante de hierro también combinó dos técnicas mucho más antiguas en la animación: animar en 1 o en 2.
Ver oportunidades en las limitaciones
La anterior película animada de WB fue Quest for Camelot y al ser un fracaso en taquilla, Warner redujo presupuesto y staff para The Iron Giant. En lugar de ver esto como una limitante, esto le permitió a Bird cambiar formas en las que su pequeño equipo trabajaría: normalmente un animador se encarga de trabajar sólo en UN personaje para toda la película. En cambio Bird hizo que todo su equipo animaran, juntos, cada escena y así hacerla más colaborativa.
También le dio oportunidad a jóvenes animadores aún estudiantes del California Institute of the Arts para trabajar en su equipo, e incluso les dejó que animaran una escena completa de la película (aquella donde Hogarth está en clase con sus compañeros).
Fuente: Cinepremiere