Cine: Bad Boys para siempre, esto opinan los críticos

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 21-01-2020

«Esto es como una telenovela», dice Marcus (Martin Lawrence) en uno de los momentos más meta de Bad Boys para siempre. No es que la película alcance un nivel de autoreferencia al estilo de Comando especial (21 Jump Street), pero el nudo de su trama se disfruta más si uno se imagina que es un melodrama picante de traiciones y amoríos latinos. Esta forma de verla funciona particularmente bien con los personajes de Kate del Castillo –en el papel de la villana Isabel Aretas (¿por qué les es tan difícil darles apellidos comunes?)– y Paola Nuñez como Rita, la exnovia de Will Smith y compañera en el grupo de fuerza especial de la policía de Miami.

Marcus Burnett y Mike Lowrey (Will Smith) tienen una personalidad mucho más delineada que en la película anterior (Bad Boys II Dir. Michael Bay, 2003). Y es que aunque siguen siendo una ‘pareja dispareja’ ahora Marcus se ha dado cuenta de que no es lo mismo «los tres mosqueteros, que 20 años después». Por lo tanto, está dispuesto a dejar la placa y dedicarse a la vida familiar, especialmente ahora que va a llegar su primer nieto. Por su parte, Mike preferiría seguir persiguiendo criminales hasta que tenga 90 años: la adrenalina es su pasión, no tiene nada que perder.

Sin embargo, todo cambia cuando un sicario comienza a matar a importantes personas de la justicia y la ley en Miami. Es entonces que nuestros personajes se reúnen para lo que parece ser una última misión.

Esta trama ya la hemos visto muchas veces en cine, aunque la historia que los guionistas Peter Craig (Atracción peligrosa, 2013) y Joe Carnhan (The Grey, 2011) entregan para esta ocasión, se apoya mucho en la comicidad de Martin Lawrence a quien no habíamos visto así en varios años. Aunado a esto, está también la lucha de Will Smith por tratar de mantenerse vigente en un mundo que le ha sobrepasado. Es aquí donde cobra relevancia el nuevo equipo liderado por la ya mencionada –y una fresca sorpresa– Paola Nuñez, junto al «tech guy«, Alexander Ludwig, el «rudo y burlón» Charles Melton y Vanessa Hudgens como la más profesional y badass del equipo.

Decir que Bad Boys para siempre no se toma en serio a sí misma no sería preciso, pues el filme sí que lo hace a pesar de ser una comedia. La violencia que se presenta (aunque es estilizada) no escatima en mostrar ejecuciones en primer plano y balazos directos en la cabeza con mucha sangre presente. Quizá lo que ayuda a hacerla más ligera es precisamente todo el melodrama que existe alrededor de la historia o la razón por la que «los malos» quieren eliminar a uno de los Bad Boys. Revelar eso, claro, sería soltar spoilers del tamaño de una telenovela.

La mayoría podrá agradecer la ausencia de Michael Bay en la silla del director y productor, aunque no estuvo del todo ausente pues tiene un cameo. Lo cierto es que la presentación de la película se siente más fresca y sin aquella imperativa necesidad de hacer todo a una escala mayor y que hasta el carrito de paletas explote. Dentro de lo que cabe, todo en Bad Boys para siempre es más «realista» sin la presencia de Bay, aunque se extrañan las secuencias de acción.

La dirección de Adil El Arbi y Bilall Fallah no añade nada nuevo a la propuesta de Bad Boys, pues su dirección parece pertenecer a ese grupo de «hijos de Bay», en donde encontramos a realizadores como Peter Berg (Battleship), Jon M. Chu (G.I. Joe Retaliation) o Jonathan Liebesman (Battle Los Angeles). La «escuela Michael Bay» está presente en sus colores llamativos, luces neón, lens flare y explosiones. Sin embargo, la realidad es que ninguno de ellos es Michael Bay y sus secuencias de acción lucen desangeladas. Por ejemplo, una persecución entre un auto y una motocicleta por las calles de Miami carece de ese vértigo y velocidad características.

Fuera de eso –lo cual irónicamente en una película de acción es de lo más importante–, todo es llevado de forma natural gracias al liderazgo de Smith, Lawrence y el resto de su equipo, quienes obtienen también un peso importante.

Aunque la trilogía no es algo que precisamente vaya a pasar a la historia de la cinematografía estadounidense, la primera película no sólo sirvió como trampolín para sus entonces estrellas de televisión Martin Lawrence (quien tenía la serie Martin) y Will Smith (El príncipe del rap), sino que fue de las primeras producciones masivas con personas de raza negra en los papeles principales. Hasta entonces, los únicos protagonistas que le habían dado representación a los afroamericanos en el cine de acción habían sido Eddie Murphy (Un detective suelto en Beverly Hills) y Danny Glover (Arma mortal).

Fuente: Cinepremiere

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