Hace ya diez años que James Cameron revolucionó la industria del cine con la superproducción Avatar, una película que llevaba a la cumbre el 3D con unos efectos especiales alucinantes y claro mensaje ecologista que se alzó como el filme más taquillero de la historia hasta que el año pasado Marvel y su Vengadores: Endgame se colocaron en lo más alto del pastel.

Pese a que la secuela se preveía para 2014, el artífice de Titanic, prefirió postergar la historia de ciencia-ficción para más adelante. Así, prepara una secuela que en realidad estará formada por cuatro películas, dos de ellas rodadas a la par y actualmente en fase de postproducción para estrenarse en 2021 y 2023, y las dos últimas previstas para 2025 y 2027. Todas ellas con el beneplácito del gigante del entretenimiento Disney.

Para abrir boca, la cuenta oficial de Avatar en Twitter ha mostrado un aperitivo de lo que se avecina en forma de cuatro piezas del Concept Art de la nueva cinta donde se observa una naturaleza apabullante, con un predominio de imágenes acuáticas en los que parecen asomar los protagonistas, el exmarine Jake Sully (Sam Worthington) y la Na’vi Neytiri (Zoe Saldana). “En las secuelas de Avatar no solo regresarás a Pandora. Explorarás nuevas partes de su mundo”.

Como ya avanzó el realizador canadiense en 2010: “Parte de mi enfoque en la segunda película estará en la creación de un entorno diferente, un escenario diferente de Pandora. Voy a centrarme en el océano de Pandora, que será igual de rico, diverso, loco e imaginativo, pero sin ser una selva tropical. No digo que no volvamos a ver lo visto anteriormente, sino que veremos más.”

Sin duda, una maravilla visual que promete mejorar la historia acontecida en aquel planeta imaginario al que los humanos viajaríamos en el año 2154 para encontrar un mineral que solucionaría los problemas energéticos.

Curiosamente, la cinta de Cameron avanzó en 2009 uno de los problemas que más preocupan ahora en la agenda internacional, el del acceso a fuentes de energía sostenibles. Por eso, no será extraño que, con toda la problemática actual del cambio climático, el cineasta se sumerja y explore nuevas tramas que indaguen en el tema.

Fuente: La Vanguardia