El Irlandés, la última epopeya sobre la mafia

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 01-10-2019

Al final va a resultar que el tal Martin Scorsese va a saber cómo hacer una buena película sobre la Mafia. Quién lo iba a pensar...

Lo más extraño de todo es que si te dejas llevar por la primera impresión sobre El irlandés, la última epopeya sobre el inframundo mafioso del mítico director, basándote únicamente en su último tráiler y los icónicos nombres que aparecen en pantalla (¡De Niro, Pacino, Pesci!),podrías pensar que de que de alguna manera Scorsese había convencido a Netflix para que sacara su nutrida chequera para financiar algo así como un grandes éxitos de armas e italianos malhablados y chulescos. Y, para que conste, no habría nada de malo en eso. 

Después de todo, los constantes cuentos sobre la Mafia de Scorsese son algo así como Van Gogh pintando girasoles en Arles. Nunca puede haber demasiadas variaciones sobre el mismo tema.

Pero El irlandés, que se estrenó a nivel mundial ayer abriendo el Festival de Cine de Nueva York de 2019, es más que el capítulo final de una trilogía sobre tipos listos que comenzó con Uno de los nuestros allá por 1990, y retomó nuevamente en Casino en 1995. Mucho, mucho más. Se desarrolla durante 50 años, y dura 209 minutos, algo que sin duda pondrá a prueba el aguante de tu vejiga, y es sin lugar a dudas una historia enciclopédica sobre el crimen estadounidense en la segunda mitad del siglo XX.

El ascenso de la Hermandad internacional de camioneros, la pujanza de la familia Kennedy, la desastrosa invasión de Bahía de Cochinos, el chapucero robo de documentos del Watergate, el ascenso y la caída de la Cosa Nostra, la desaparición de Jimmy Hoffa... todo está aquí, presentado con toda la energía de un autor magistral que, a los 76 años, todavía se mantiene en plena forma. Es como si Scorsese fuera a demostrar, de una vez por todas, que él es el último miembro de su generación capaz de conseguir una cosa así. Y, sin duda, lo consigue.

La película es una adaptación de I Heard You Paint Houses, el libro de Charles Brandt de 2004, y el guión del film es obra del ganador del Oscar Steven Zaillian, guionista de La lista de Schindler. El irlandés cuenta la historia de Frank Sheeran, un personaje de esos que recuerdan a los que creaba Horatio Alger, un tipo de nudillos encallecidos por los que Scorsese siempre se ha sentido atraído (por no decir que siente una obsesión enfermiza por ellos).

Interpretado por Robert De Niro, y con la ayuda de algunos trucos de eliminación del envejecimiento gracias a efectos visuales (cortesía de ILM, también conocida como Industrial Light Magic) que están a miles de kilómetros de distancia de los espeluznantes efectos creados por Robert Zemeckis, Sheeran comienza siendo un irlandés trabajador de cuello azul, un camionero estadounidense que se gana el favor de la Mafia (especialmente de Russell Bufalino, el jefe criminal de Pensilvania interpretado por Joe Pesci) gracias a su voluntad por llevar a cabo todos los actos delictivos que le pide la organización sin hacer demasiadas preguntas o sufrir muchas noches de insomnio.

En la jerga criptográfica de la Mafia, se le conoce como un hombre que "pinta casas", lo que significa que colorea las paredes con la sangre roja carmesí de quien tiene la mala suerte de terminar en el otro extremo de su revólver de 38 milímetros. El negocio de Frank es matar... y el negocio se le da especialmente bien.

Es Bufalino quien primero presenta a Sheeran al todopoderoso líder de la Hermandad internacional de camioneros, Jimmy Hoffa. Brillantemente interpretado por Al Pacino, Hoffa es un hombre que quiere tenerlo en ambos sentidos: depende de la Mafia para tener fuerza a la hora de hacer huelgas y piquetes, y presta a las familias del crimen millones del fondo de pensiones de los sindicalistas para ayudar a construir Las Vegas, pero también se niega a doblar la rodilla ante ellos. A medida que pasan las décadas, con Scorsese dando vueltas con la cronología de la historia de una manera que a veces es un poco confusa, Sheeran se siente cada vez más como una especie de eslabón entre sus dos maestros hasta que se ve obligado trágicamente a elegir hacia qué lado va su lealtad. No es una figura heroica, sin duda. Pero, de nuevo, tampoco lo fueron Henry Hill o Ace Rothstein.

Hay momentos en El irlandés que la épica de Scorsese parece exceder ocasionalmente su comprensión. Los personajes secundarios (la mayoría de los cuales se llaman "Tony") van y vienen como si fueran un coro de personajes cabreados sin importancia. Hay quizás demasiadas escenas donde los protagonistas se dirigen directamente al espectador . Y lo mismo sucede con las voces en off al estilo Uno de los nuestros. Ambos recursos artísticos tienen demasiado peso en la trama, probablemente más de lo que deberían. Sin mencionar que el guión de Zaillian ni siquiera intenta ocultar quién estuvo detrás del infame acto de desaparición de Hoffa a las afueras de Detroit en el verano de 1975.

Afortunadamente, los tres veteranos pesos pesados que conforman el trío protagonista, parecen haber rejuvenecido al trabajar nuevamente con el Scorsese (en el caso de Pacino, por primera vez). De Niro, que tan a menudo en los últimos años parece que ni siquiera puede molestarse en llamar por teléfono en sus interpretaciones, te hace sentir de forma muy profunda la trágica y desgarrada lealtad de Sheeran, sin siquiera tener que decir una palabra. Su rostro es un mapa en relieve del arrepentimiento, especialmente en los últimos años de su personaje. Mientras tanto, Pacino te agarra por el cuello en el papel del huraño y arrogante Hoffa. En su mundo, su poder ha sido tan absoluto durante tanto tiempo que incluso él no parece entender el peligroso juego peligroso al que está jugando hasta que es demasiado tarde. Es un magnífico acto de prestidigitación. Y Pesci, que no ha aparecido en pantalla (al menos en algo memorable) en más de una década, reduce su caos habitual de tonos agudos y violencia con su giro más sutil, suave y efectivo desde Toro Salvaje.

El irlandés no es una obra maestra. Pero es magnífica. Si la ambición de Netflix ahora y en el futuro es convertirse en algo más que un súper almacén de contenidos por streaming, y quiere convertirse en un competidor serio cada año en los Premios de la Academia, entonces fue un movimiento astuto atraer a Scorsese sin plantear problemas con los límites presupuestarios. Lo que ha obtenido a cambio no es solo una película de la vieja escuela sobre la Mafia o algo al estilo Uno de los nuestros, sino más bien un drama inquietante, conmovedor, un crepúsculo de los dioses teñido de arrepentimiento, impulsado por una monumental ambición cubierta por la salsa roja de la violencia. En definitiva, ¿qué podría ser más estadounidense que eso?

El irlandés llegará a los cines de forma testimonial el próximo 1 de noviembre, y a partir del 27 del mismo mes estará disponible para todos los clientes de Netflix.

Fuente: Esquire

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