It: Capítulo 2, esto dicen los críticos

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 08-09-2019

«Una promesa es una promesa», dicen los perdedores al final de su primera gran aventura; aquella donde lograron vencer momentáneamente al payaso aterrador que amenazaba con acabar con su vida. Ellos, dentro de esa mezcla de adrenalina y terror, descubrieron que el estar unidos era posiblemente su mayor arma contra el peligro. Y que si Eso alguna vez volvía, ellos también lo harían.

27 años después, este grupo de inadaptados está de vuelta –contra su voluntad– para enfrentarse una vez más a este personaje siniestro. Luego de una primera entrega cinematográfica que reavivó nuestra vieja fobia por los payasos, el público estaba listo para someterse una vez más a los peligros propios de deambular por las calles de Derry. Sin embargo, este reencuentro con el pasado quizá no sea lo que muchos esperaban.

El camino cimentado por la primera entrega –dirigida por Andy Muschietti en 2017– fue altamente gratificante tanto para los fanáticos del terror como para quienes han leído fielmente cada letra escrita por Stephen King desde 1967. En aquella ocasión, la historia coescrita por Cary Fukunaga no se tocó el corazón al llenar de maldad y sadismo la versión de Pennywise de Bill Skarsgård. Así pudimos ver en la pantalla secuencias que incluían niños descuartizados, cuadros aterradores, zombies leprosos y habitaciones llenas de sangre.

Curiosamente, ahora es aquella polémica ausencia de Fukunaga –renunció a la dirección de la primera cinta por diferencias creativas con Warner– lo que podría ayudarnos a entender cuál es el mayor problema de la secuela, también dirigida por el ya mencionado cineasta argentino.

Tras abandonar el proyecto de la primera cinta, el también creador de True Detective o Beasts of No Nation habló con Variety sobre las razones que lo llevaron a renunciar a la primera cinta: «Lo que [yo] quería hacer era un filme de horror elevado con personajes reales. Ellos no querían personajes. Querían arquetipos y sustos. Escribí el guion. Querían que hiciera algo mucho más inofensivo, convencional. Pero no puedes adaptar algo de Stephen King y hacerlo inofensivo».

Hoy, las fallas de la secuela de Muschietti podría resumirse con las palabras anteriores de Fukunaga. Lugo de aquella sorpresiva primera entrega, el camino terrorífico de It estaba más que trazado. Ahora estábamos frente a la promesa de un Pennywise que volvía a Derry más poderoso, con más deseos de sangre inocente y seguramente planes más aterradores que en la primera ocasión que lo vimos en la pantalla grande. 

Sin embargo, el arco que decide tomar el guion de Gary Dauberman –viejo colaborador del universo de El conjuro– opta por explorar y desarrollar el poder de la amistad y los lazos que existen entre este grupo de perdedores que vuelve a su pueblo natal a enfrentar a sus peores pesadillas. 

A lo largo de una cinta de 169 minutos de duración, el filme se da la libertad de ir explorando uno a uno las historias de estos personajes en su versión adulta, mezclándolas con una buena dosis de flashbacks a la pubertad de todos ellos, para entender más a fondo el lazo de amistad que los une. 

Esta decisión opaca de cierta forma la posibilidad de ver brillar el enorme talento de su elenco adulto –conformado por grandes nombres como Jessica Chastain, James McAvoy o Bill Hader, todos idénticos a sus contrapartes infantiles– ya que el filme nos hace disfrutar más las aventuras de los pequeños aventureros de los años 80. Mientras vemos a un grupo de adultos temerosos e incapaces de tomar decisiones conscientes, aquellos niños que conocimos en la primera entrega se roban la cinta con su carisma, con su frescura y, sobre todo, con esa emoción de vivir todo el tiempo en constante peligro de morir; algo que no sucede con sus versiones adultas. 

Aquí, los perdedores cuarentones caminan libremente por las calles de Derry de cierta forma amenazados por la figura de Pennywise, pero con un halo de confianza de que nada les sucederá. Da la impresión de que están protegidos no sólo por el compromiso de concluir su propia historia –claro, el escritor de esta historia no es George R. R. Martin– sino también por este recordatorio constante –y a ratos abrumador– del poder de la amistad y de los lazos irrompibles del amor.

Es justo por esto último que It: Capítulo 2 termina cometiendo un pecado que difícilmente sus seguidores podrían perdonar: a lo largo de las casi tres horas de duración de la cinta, la figura de Pennywise se siente olvidada y a ratos desaprovechada, lo que nos deja con una sensación de haber visto más en la pantalla a este diabólico ser.

Pese a ello, resulta interesante la forma en la que Bill Skarsgård nos demuestra la maestría con la que vuelve a dar vida a este icónico payaso. Aunque cortas, sus intervenciones terminan siendo parte de lo mejor de la cinta ya que todas ellas nos permiten ver a ese Andy Muschietti de Mamá (2013) e incluso al de la primera entrega; un cineasta que sabe cómo construir sus atmósferas de terror y que mantiene todo el tiempo a su público en suspenso. Aquí destacan momentos como donde apreciamos a un joven Pennywise maquillándose o incluso ese material previamente lanzado donde Beverly (Chastain) regresa a su antigua casa y descubre que el terror aún no ha abandonado el lugar donde creció.  

Y justamente hablar de ese Andy del pasado es lo que nos permite afirma que, pese a sus fallas o limitantes, It: Capítulo 2 logra convertirse en una cinta que logra entretener a su público a lo largo de 169 minutos, que los sacude de vez en cuando con alguno que otro susto y que triunfa en construir una atmósfera –en parte gracias a su destacada fotografía e iluminación– en la que es difícil olvidar que el peligro está por ahí escondido, muy cerca de nosotros.

Mención especial merece el score a cargo de Benjamin Wallfisch quien crea momentos musicales que se aleja casi por completo de la estridencia y oscuridad de la música que compuso para la primera parte. Ahora, su música en It: Capítulo 2 apela más a la nostalgia y al recuerdo de viejos tiempos, a esas cintas de terror clásicas que aún en la actualidad siguen generándonos una que otra pesadilla. 

Vale la pena también destacar el trabajo que se hizo en el diseño de las criaturas que acechan a nuestros personajes principales. Todos ellos comparten una estética que también se inspira en el pasado, que se siente proveniente de la apariencia de aquellos monstruos y criaturas protagonistas de viejas películas o programas de televisión que llenaron de miedo nuestra infancia.

A excepción de algunos cameos emocionantes, posiblemente It: Capítulo 2 no logre satisfacer a los fanáticos más puros del horror ni tampoco a los fieles seguidores de Stephen King. Pero incluso ellos sabrán que la conclusión de esta historia logra cerrar un viaje aterrador por Derry con dignidad y que se aleja de los elementos más polémicos o cuestionables de su material literario original pero manteniendo intacta la esencia que lo ha caracterizado. Además, nos permitiría analizar los alcances que historias como It podrían tener si los grandes estudios les dieran libertad total a los artistas de abordar una historia.

¿Será que el público todavía no está listo para ver adaptaciones crudas y descarnadas de las historias más oscuras de la literatura? Mientras respondemos esta gran interrogante, afortunadamente tenemos a la mano cualquier libro de nuestra elección para sumergirnos en sus historias, para dejarnos guiar por las indicaciones de sus autores y, sobre todo, para echar a volar nuestra imaginación y decidir qué tipo de historia es la que nos queremos contar.

Fuente: Cinepremiere

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