Desde mucho antes de comenzar a escribir su última historia, a Quentin Tarantino ya le resultaba sumamente fascinante los temas que abordan su filme a punto de estrenar: La vida en los sesenta en Los Ángeles, el auge de la contracultura hippie, el fin de la Golden Era que le dio pie al nuevo Hollywood y la politización de sociedad.
Llevaba años con la idea en su cabeza y sabía que tendría que desarrollar la historia a partir de Charles Manson y sus seguidores como fondo de escenario; la vida de sus protagonistas a partir de la inspiración del espagueti western; y el resto a partir de extensas y profundas investigación que le permitieran mostrar realmente cómo era la época.
Para Tarantino era importante crear un filme que reflejara su amor por el cine y rendirle un homenaje al hollywood de su infancia. Es por eso que todo lo que se puede ver en la película forma parte de la memoria del director y fue creado de forma minuciosas.
El arte estuvo a cargo de Barbara Ling, primeriza en las producciones de Tarantino. Ling, junto con Rick Schuler, manager location, se dedicaron a reconstruir calles enteras para lograr la autenticidad que exigió el filme.
“Salimos a buscar localizaciones y Quentin de pronto recordaba una calle por la que pasaba de camino a su escuela de gramática en el Valle y la transformábamos en un set de 1969”. comentó Ling en una entrevista para AD España este mes.
Además de evitar a toda costa las pantallas verdes y los efectos digitales, Quentin Tarantino, le pidió al equipo de producción que vieran películas como Estudio de modelos y El valle de las muñecas, para estar en la misma sintonía que el director.
La paleta de colores fue otro elemento esencial, intentando ser fieles a la época, se escogieron tonos como los naranjas, amarillos, marrones, azules y verdes y rojos apagados, para la decoración y el vestuario.
Más de 100 sets fueron hechos desde cero, desde fachadas, habitaciones y utilería. Uno de los más destacados, fue un restaurante abandonado de Taco bell que se reconstruyó de acuerdo a la época, y el Spahn Ranch, el rancho en el que vivió la familia Manson, el cual construyeron en un espacio cercano con elementos chatarra.
Y para crear al personaje de Sharon Tate, Margot Robbie uso joyas y ropa auténtica de la actriz que su hermana prestó a la producción.
Con un reconocido elenco y grabada en 35 mm, Once Upon A time in Hollywood cuenta la historia del Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), un actor de series de westerns venido a menos, y de su mejor amigo Cliff Booth (Brad Pitt), un doble en las secuencias de acción, en su intento de abrirse camino en Hollywood.
Fuente: admexico.mx