No todos gozan del privilegio del don de encontrar en la cotidianidad y los pequeños detalles, grandes historias que contar. Historias que podrían envolver a diferentes públicos y convertirse incluso, en un tema de interés nacional. El director Edgar Nito lo tiene, y así lo reconoce Sarah Hoch, directora del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, al confesar que desde que el director comenzó a realizar sus primeros cortometrajes para el festival, sabía que tenía un talento especial. “Lo sabíamos desde que presentó su primer cortometraje y hemos tratado de darle el apoyo que necesita desde el festival, pero ahora comienza a internacionalizarse, estamos orgullosos y esperamos que siempre vuelva”, dijo la directora Hoch durante la premiere nacional de Huachicolero.

El director Nito lo notó antes que la prensa y gobierno mexicano: el tema del abastecimiento ilegal de combustible era un tema triste, delicado, pero tenía que ser explotado para darlo a conocer al resto de la sociedad. Él no sabía que el robo de combustible sucedía fuera de Guanajuato, pero ya era lo suficientemente importante si ocasionaba inseguridad y muerte en un rincón de su estado natal. “La primera vez que escuché sobre esto [robo de combustible] es a finales de 2015 y lo primero que pensé fue ‘esto es igualito a los asaltantes de caminos en los westerns’ pero de una manera contemporánea y pasa aquí, a la vuelta de mi casa”, nos contó el director guanajuatense.

Para el 2016 en el que comenzó a escribir el guion de la película, la palabra “huachicol” era completamente desconocida —fuera de las personas que estaban envueltas en el fenómeno—.  Sin embargo, tres años después, tiempo en el que Nito escribió y filmó su primera película, la explosión en el municipio de Tlahuelilpan a causa de la fuga de gas en una tubería por la toma clandestina del combustible, permitió que los medios, el gobierno y la sociedad descubrieran lo que era el “huachicoleo”. “En un inicio pensé ‘esto nadie lo sabe, nadie lo ha hecho, tienen que saberlo, vamos a hacer una película que se llame ‘huachicolero’ para que la gente se pregunte qué es y entre a verla”, nos dijo entre risas. “Pero hacer una película toma mucho tiempo”.

No obstante, a pesar de presentar su proyecto cuatro años después de que su idea surgió desde la esquina de su casa, Huachicolero es una película que ha logrado posicionarse en festivales internacionales como Festival Sundance y llevarse el galardón como Mejor director de ópera prima en Festival Tribeca. 

El éxito y la historia de Huachicolero no depende de la actualización del tema porque no se trata de un documental, sino que es un tema secundario en la trama de la película en la que un amor adolescente es la ventana desde la que se mira el trágico fenómeno. “Si la explosión hubiera sucedido antes de que yo empezara a producir mi película, no me hubiera inspirado en esos acontecimientos. Es muy triste, no es algo digno de tocar en la ficción, está en las manos de los documentalistas”.

Huachicolero todavía no tiene fecha de estreno para las carteleras mexicanas, pero el director ha hecho una invitación a las distribuidoras mexicanas para que pueda ser vista por más personas. “Es una película que empieza y termina fuerte. A pesar de que el tema es político, no sólo tiene carga social, también te hace pasar un buen rato, no agradable… pero sí entretenido. No saldrás igual cuando termines de verla”.

El foro lleno del Auditorio del Estado de Guanajuato lo reafirma: aplausos, risas, asombro y una tensión constante fue lo que provocó Huachicolero en la u del Festival Internacional de Cine de Guanajuato. “Puede llenar salas de cine”, nos dice el director y sí, en su primer escenario mexicano llenó 1,800 butacas.

Fuente: Cinepremiere