El especial de Halloween de Disney+ rinde homenaje a las películas de terror clásico y los cómics de los años setenta de 'La casa de las ideas'.
Marvel parece decidida a explorar una senda más oscura en las siguientes fases del UCM, si ya en 'Doctor Strange en el Multiverso de la Locura' Sam Raimi presentaba algunas escenas aterrodoras, ahora en el especial de Halloween para este año ha apostado por El hombre lobo como estrella de la entrega.
Se trata de una historia auto conclusiva que deja abierta la puerta a la incorporación de dos siniestros personajes, Elsa Bloodstone y Jack Russell (Werewolf by Night), a un universo Marvel donde lo sobrenatural va a cobrar más importancia. En palabras de Kevín Page: “queremos explorar personajes y perspectivas completamente nuevas, con un giro inusual, divertido y aterrador”.
La trama se centra en un cónclave de extraños personajes que se reúnen para elegir al nuevo maestro del gremio de los cazadores de monstruos y heredero de la legendaria piedra mágica Bloodstone. Una trama sencilla, con un desarrollo bastante lineal y que para los seguidores de Marvel deja poco lugar a la sorpresa porque los dos personajes principales, Elsa y Jack, son viejos conocidos de la editorial.
Michael Giacchino, más conocido por sus excelentes bandas sonoras, es el encargado de dirigir una obra que rinde homenaje a la estética de los clásicos del terror del blanco y negro. El norteamericano ha puesto un especial cuidado en recrear la iluminación, la manera de situar la cámara y los efectos de entonces, y al igual que hizo Coppola en Rumble Fish (1983) ha rodado en blanco y negro con el único toque de color en el rojo de la piedra. Además, ha sido el encargado de la música, donde muestra una maestría muy superior a la que tiene con la cámara. De todo el conjunto, lo mejor es su BSO.
Marvel plantó cara al Comic Code Authoroty en 1971, cuyas estrictas reglas censuraban las viñetas de contenidos dañinos para la puritana moral estadounidense de la época. Tres números de Spiderman abordando abiertamente el problema de la droga en la sociedad norteamericana se convirtieron en un gran éxito. Así que la compañía aprovechó esa grieta para incluir personajes más oscuros en sus cómics: Drácula, el hombre lobo, la momia, el hermano vudú… además de tener su propio espacio, cruzaban sus andanzas con la de algunos superhéroes.
Uno de los miembros más destacados de esta legión oscura es El hombre lobo, personaje creado por Roy Thomas en febrero de 1972 en Marvel Spotlight #2. En septiembre de ese año y por consejo de Stan Lee ya tiene su propia colección, bautizada como Werewolf by Night. Por sus páginas discurrieron monstruos clásicos y contempló en el número #32 el debut de otro siniestro superhéroe, Moon Knight.
En esa época se ambienta la historia narrada en La maldición del hombre lobo, aunque se toma alguna licencia sobre los cómics, ya que Elsa Bloodstone no apareció en una viñeta hasta 2001, en una miniserie que llevaba su nombre y que fue creada por Dan Abnett, más conocido por sus series de novelas ambientadas en el universo Warhammer 40K.
El director y actor mexicano, Gael García Bernal, es el encargado de dar vida a Jack Russell, mientras que la actriz irlandesa Laura Donnelly, de Outlander, hará de Elsa Bloodstone. Por la historia irán desfilando algunos personajes secundarios de entre los que destaca El hombre cosa, otro de los personajes creados por Stan Lee y Roy Thomas (Savage Tales #1 – 1971) para el particular universo de monstruos de Marvel.
La maldición del hombre lobo muestra hacia dónde puede evolucionar el nuevo universo que está cimentando Marvel, es entretenida sin más, con un grado de violencia que la hace tolerable para un público más joven (que no infantil) y con algún sustillo que otro. El especial, que no llega a una hora de duración, está concebido como un tributo a la época dorada del terror y queda por saber si sus efectos especiales, un tanto ‘caseros’, son también parte de ese homenaje al estilo Ed Wood de finales de los 50. Si Jack va a continuar como licántropo dentro de un futuro UMC necesita un profundo cambio de imagen, aquí parece más un hombre simio que un hombre lobo.
Fuente: Roberto Hernández/ MeriStation