Documental: Metinides, el hombre que vio demasiado

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 22-05-2022

En un país donde, mirar hacia cualquier lugar, puede hacernos testigos de algo atroz, ¿hay algo que aún nos pueda sorprender? En esta tierra donde ya cualquier cosa es posible, ¿cómo miramos a la adversidad? ¿Aún nos transmite algo el ver la adversidad a centímetros de distancia? ¿Todavía hay algo que las noticias, una serie o una película puedan hacer para sacudirnos el alma? Si hay un lugar donde la gente ha sido ya testigo de lo más inhumano, ése es México. Y si hay alguien que pueda afirmar haberlo observado todo, ése es Enrique Metinides… el hombre que vio demasiado.

Cuando la televisión decide mirar hacia otro lado y la radio decide callar, es la calle la que nos da un golpe certero de realidad. Aquí, día a día, en este México tan desangrado, en cada esquina hay un vocero o un puesto de periódicos que se convierte en una ventana a la oscura verdad. Entre diarios que dedican sus columnas a analizar los sucesos más trascendentes de nuestro país y del resto del mundo, hay otros impresos que, bajo el lema de «decir lo que otros callan», han impactado por años a quienes se atrevan a mirar sus primeras planas.

Entre llamativos –y ciertamente muy ingeniosos– encabezados, la nota roja mexicana ha mostrado sin concesiones a la vida criminal que cobra, de noche y de día, a incontables víctimas en nuestro país. Siempre polémica, altamente amarillista y sin escrúpulo alguno, este viejo y exitoso estilo periodístico ha mantenido intacto un estilo de comunicación altamente popular entre el público nacional.

En ese mundo, infinidad de colegas –valientes y talentosos– noche a noche viven pegados a un radio –o ahora también a las redes sociales– en busca de su siguiente gran historia; de aquella noticia que impactará al país a la mañana siguiente en una primera plana sangrienta y altamente explícita.

Entre estos periodistas y fotógrafos, destaca un personaje icónico dentro de la historia de los reporteros gráficos. Durante 50 años, Enrique Metinides, fotógrafo del diario La prensa, logró capturar las imágenes más impactantes y desgarradoras de la nota roja mexicana.

Viajando por una delgadísima línea entre el morbo y el fotoperiodismo, la directora y curadora de fotografía Trisha Ziff (La maleta mexicana, 2011) retoma y enaltece el gran legado de Enrique Metinides en la película El hombre que vio demasiado. En esta cinta, las impactantes imágenes capturadas por su lente son vistas desde un punto de vista más allá de la sangre y la violencia que las compone.

Aquí vemos la historia y las anécdotas de un hombre que se ganó el cariño y el respeto de todo su gremio. Los testimonios de quien lo admiran y respetan, se entrelazan con un gran archivo iconográfico que nos muestra la trayectoria de Metinides, el destacado fotógrafo mexicano y, al mismo tiempo, presenta a Enrique, el padre de familia y el hombre con miedos y obsesiones que tenía el estómago suficiente para retratar a una mujer que murió atrapada entre dos carros y que luego pasaba noches enteras llorando por todo lo que sus ojos habían presenciado.

Con ambos retratos, la película El hombre que vio demasiado construye a un personaje cuyo trabajo ha sido admirado por las voces más respetadas del mundo tanto de la fotografía como del periodismo. La selección de fotografías aquí presentadas –que en algún momento fueron exhibidas en el Foto Museo Cuatro Caminos y que componen el filme ganador del Ariel 2016 a Mejor documental– se convierte en una muestra de la idiosincrasia mexicana que nos ha hecho tan “tolerantes” a este tipo de imágenes, lo cual sigue sorprendiendo al mundo entero.

En algún punto, el documental incluye el testimonio de Dan Gilroy, director de Primicia mortal, quien recuerda que muchos reporteros gráficos de Los Ángeles le contaron que las imágenes más sangrientas que no podían vender a las televisoras de EE.UU. se convertían en el material que más compraban los medios mexicanos.

La película El hombre que vio demasiado corrobora algo imposible de negar: desde hace años, más de los que cualquiera pueda contabilizar, en México nos hemos convertido en espectadores involuntarios de la violencia y el terror que azota a nuestra tierra. Con ese pesar frente a nuestros ojos, el documental termina por darnos su lección más grande y dolorosa en los últimos instantes de su metraje.

Ahí, en la pantalla, Enrique Metinides –este talentoso y suertudo hombre que vio demasiado– mira fijamente a la cámara y nos cuenta el miedo que le provoca la realidad que hoy ensombrece a nuestro país. Él, que tuvo enfrente infinidad de cuerpos sin vida y guarda en su memoria muchas historias desgarradoras, se sincera y cuenta que prefiere no enterarse de todo lo que pasa en nuestro país por que, de lo contrario, el miedo lo paralizaría.

Con El hombre que vio demasiado, Trisha Ziff transforma su película en un merecido homenaje no solo a Enrique Metinides sino a esos cientos de reporteros y fotógrafos que, noche a noche, se juegan la vida por llevar su profesión bien clavada en el corazón. De manera emotiva, y tristemente necesaria, los créditos de esta cinta terminan con un merecido homenaje a Rubén Espinosa, fotoperiodista de la revista Proceso, quien fue asesinado junto a cuatro personas en la Ciudad de México en 2015. 

En este país, donde los periodistas firman su sentencia de muerte al escribir una nota o al publicar una imagen, películas como El hombre que vio demasiado nos recuerdan lo necesario que es seguir aplaudiendo y agradeciendo esa incansable labor. ¿Qué sería de nosotros sin su valentía? ¿Qué equivocada estaría nuestra percepción de la realidad sin su trabajo? A veces, sólo a veces, es mejor haberlo visto todo…

Fuente: Cinepremiere

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