Cásate conmigo, esto opinan los críticos

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 13-02-2022

Si bien la comedia romántica es un género que continuamente es desechado en el snobismo, de pronto algunos aceptan que puede entregar ciertas joyas. Por lo general el esquema de estas historias obedece la idea del amor ideal y del final feliz con matrimonio. Por ello que una película como Cásate conmigo de pronto busque subvertir dicha premisa resulta en algo interesante digno de apunte. No obstante, pesar de sus intentos, el filme de Jennifer Lopez se entrega a lo convencional, pero no por ello deja de ser un intento entretenido y carismático.

Cásate conmigo es una película extraña porque desde fuera podría definirse como un gran ardid publicitario. Uno en el que Jennifer Lopez y Maluma encuentran la oportunidad de posicionarse en la pantalla grande y de lanzar en el proceso un buen bonche de canciones nuevas. No obstante, cuando la cinta abre su interior y el espectador ingresa, se encuentra con una romcom en toda regla que aquí y allá lanza cuestionamientos interesantes sobre el matrimonio. 

Kat (Jennifer Lopez) es una superestrella pop que sostiene una relación amorosa con Bastian (Maluma), otro famoso cantante del género urbano. Su relación es de la incumbencia de todo el mundo, porque la han convertido en otra cosa mediática de su carreras. Sin importar aquello, entre ambos supuestamente existe un amor verdadero y por ello televisaran su casamiento en un concierto en vivo. Pero momentos antes de que éste pueda consumarse, un video que revela la infidelidad del novio se hace viral.

Trastornada y sin pensarlo dos veces, Kat elige a un miembro del público para casarse con él en aquel mismo momento. Y el elegido no es otro que Charlie (Owen Wilson), un divorciado profesor de matemáticas que de pronto se ve forzado a decir la palabra «sí». Así, el enredo de este matrimonio improvisado entre dos personas de mundos completamente diferentes es el pistolazo de salida. 

Es en todo aquello que rodea al concepto del matrimonio, en donde la película Cásate conmigo resulta interesante. Por una vez, una comedia romántica inicia con una boda en lugar de que la boda resulte en el evento culminante. Tal premisa ofrece la oportunidad para que su directora Kat Coiro explore las vicisitudes de la institución matrimonial y lo que realmente significa para la sociedad contemporánea. Un hilo del que tira muy poco. 

En su lugar el guion de Harper Dill, John Rogers, Tami Sagher, adaptado a partir de la novela gráfica de Bobby Crosby, se convierte en otra cosa. Antes de sucumbir a las convenciones del drama romántico y la comedia, el filme de pronto presta atención a otra conversación. Cásate conmigo es el ejemplo perfecto de cómo para las personas no es suficiente la realización, si ésta no es compartida con millones de personas. 

La existencia de Kat y Bastian abre las puertas para reflexionar sobre el estrellato y la importancia de las redes sociales. Para Charlie todo este mundo de lo mediático resulta extraño y chocante. Sin embargo, aprende a aprovechar sus bondades. Gracias a ello puede posicionar una competencia estudiantil de matemáticas como algo de interés para millones de personas. Mientras que Kat aprende lo generoso que puede resultar despegarse algunos momentos de las cámaras. 

El filme roza apenas varias de las oportunidades que tiene de frente. Incluso existe un pequeño pincelazo de un discurso feminista en el que se declara que ahora las mujeres escogen al hombre y no viceversa. Y en donde se afirma que depende de ellas si deciden que éste se quede en sus vidas. Afirmaciones todas ellas acertadas y correctas, que al final no llevan a mucho. 

Porque el filme se conforma con brindarle toda su atención al drama de dos personas de ámbitos diferentes que deben aprender del otro para sobrevivir. La idea de dos personas que no tienen nada en común hasta que al final llegan a enamorarse de verdad, es algo que se ha visto cientos de veces en el cine. A pesar de ello, Cásate conmigo es una película que aprovecha el cliché y construye con ello algo entretenido. 

A decir verdad parte de su éxito es la inesperada química que existe entre Jennifer Lopez y Owen Wilson. Incluso como actores seleccionados para un mismo filme y emparejados como intereses románticos, resulta en algo atípico para el espectador. La cinta triunfa porque consigue hacer algo bueno con aquello. Sus personajes se apoyan de otros que son clásicos de este tipo de historias. La mejor amiga que es el comic relief (Sarah Silverman), el cabeza fría que aconseja a la pareja (John Bradley), o el patán villanesco (Maluma). 

Su directora, experimentada sobre todo en la televisión, logra dirigir a la pareja hasta terrenos que resultan en algo enternecedor. Visualmente el filme aprovecha el factor de la fama, para llevar al público a grandes presentaciones musicales, con vestuarios descabellados y grandes lujos. Sin embargo, también se encuentra cómoda cuando debe llevar a los personajes a una escuela pública o al modesto y cálido apartamento de Charlie. 

Si bien Cásate conmigo no aprovecha muchos discursos interesantes contenidos en su argumento, como comedia romántica promedio es bastante decente. Con las dosis de comedia y romance necesarias, se trata de un filme carismático que permite a JLo y a Maluma consumar su estatus como grandes estrellas y regalarle a sus fans alguna que otra canción nueva en el proceso.

Fuente: Cinepremiere/ Luis Ángel H. Mora

comments powered by Disqus

Servicios

f

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. PUEBLA PUEBLA