Toto (Bruno Bichir), aquel personaje que conocimos como huevito en Una película de huevos (2006), es hoy todo un gallo y novicio padre de familia. En la película Un rescate de huevitos, lo vemos junto con su esposa Di (Maite Perroni), cuidar a Uly y Max, sus recién llegados huevitos.

El idílico entorno de la Granja El Pollón será irrumpido por un trío de mercenarios rusos. Liderados por la Duquesa (Mayra Rojas), ellos buscan robar el nuevo par de huevos de oro. Su intención es venderlos a un mafioso que organiza comidas clandestinas con productos exóticos y prohibidos en África.

Estamos ante la cuarta entrega de largometrajes que narran la saga de Toto. Desde su oval llegada al mundo en Una película de huevos (2006); su infancia en Otra película de huevos y un pollo (2009); su juventud (Un gallo con muchos huevos, 2015) y ahora, en Un rescate de huevitos, la paternidad.

En el entorno de la producción fílmica nacional, y muy en particular de cintas animadas, es importante reconocer la visión, esfuerzo, constancia y resultados de los hermanos Gabriel y Rodolfo Riva Palacio Alatriste con su empresa familiar Huevocartoon Producciones. Recordemos que la génesis de sus proyectos nos remite al 2001. Sus cortometrajes animados para público adulto aludían con humor satírico, burlesco y picardía, a la cultura popular mexicana. Con mucho albur también. En el caso de los largometrajes, cambió el tono para enfocarse principalmente en el público infantil. Aunque con algunos toques de doble sentido para los adultos.

Un rescate de huevitos marca la segunda ocasión en que la serie fílmica recurre a la técnica de animación 3D, notablemente refinada. También encontramos depurado el ritmo narrativo. La aventura no cesa desde el secuestro de los huevos de oro. Y así como en los filmes previos, el alud referencial se hace presente. El público descubrirá algunas similitudes con Toy Story 2 o Madagascar 2. Además de muchos otros hacia la memoria colectiva nacional, como esos hipopótamos que hablan como los Hermanos Lelos de los Polivoces. O incluso parodias de los shows de talento.

Grata también resulta la continuidad en las voces de los personajes protagónicos y recurrentes desde la primera película, entre los que destacan Bruno Bichir, Angélica Vale (Bibi), Carlos Espejel (Willy) y los propios hermanos Riva Palacio (con múltiples personajes que incluyen al celebrado Confi). A ellos se suman para la nueva película Jesús Ochoa como un peculiar León bigotón y los Mascabrothers con los Changos Petacón y Bananero.

Pero toda esta mezcla de animación, acción, voces conocidas y nuevas adiciones, tiene una interesante finalidad en torno a reflexiones sobre la paternidad y muy en especial a los padres aprensivos. Y sobre el amor incondicional hacia los hijos.

Fuente: Cinepremiere/ Carlos Del Río