En 1998 el humorista italiano Roberto Benigni estrenó La vida es bella, una película conmovedora acerca del holocausto nazi. En esta cinta, un padre trata de jugar con la imaginación e inocencia de su hijo para ocultarle la horrible situación por la que están pasando. Aunque para algunos La vida es bella resulta más interesante en el planteamiento de su argumento, que la película en sí, no hay duda de que la reflexión ante un hecho histórico inhumano nos lleva a una serie de lecciones importantes. Aquí te contaremos algunas curiosidades de la película:

Roberto Benigni es un humorista con una larga carrera en el cine (actor, guionista y director). Sus inicios en el mundo del espectáculo fueron como actor. Él actuó en la película Berlinguer, ti voglio bene del hermano menor del legendario director italiano Bernardo Bertolucci (Giussepe Bertolucci). Ésta se trata de una comedia basada en el monólogo escrito por el mismo Giussepe: Cioni Mario di Gaspare fu Giulia. 

Benigni recientemente interpretó el papel de Geppeto en la película Pinocho de Matteo Garrone (2019). También ha participado con papeles en filmes de directores de la talla de Jim Jarmusch, Woody Allen y hasta el mismo Federico Fellini. Los frutos llegaron para el fiorentino con La vida es bella, la cual le significó una estatuilla de actuación en los premios Óscar, BAFTA y SAG.

A pesar de ganar el Gran Premio del Jurado en Cannes, la premiación de los Óscar de 1999 fue para Benigni su mejor ceremonia. Ahí recibió siete nominaciones, de las cuales ganó tres estatuillas: Mejor película extranjera, Mejor actor y Mejor banda sonora. También se rompió la racha de 30 años sin que una película extranjera estuviera nominada simultáneamente a Mejor película y Mejor película extranjera. El último antecedente hasta ese entonces era Z del director griego Costa-Gravas. La ceremonia fue un sueño para el italiano. Las nominaciones y premios otorgados por la legendaria actriz italiana Sofía Loren, fueron la cereza en el pastel.

El argumento de un padre que trata de mantener un juego de niños para su hijo es devastador. Sobre todo pues se sitúa en uno de los casos históricos más dramáticos en la historia: la Segunda Guerra Mundial. En este caso, Guido Orofice (Benigni), hace hasta lo imposible por ocultar una realidad que lo sobrepasa. El condimento dulce para hacer este drama digerible recae en las anécdotas que pasa Guido. La comedia en un drama histórico abominable es una de las características más interesantes (y más controversiales) de la película.

Guido satiriza la ideología nazi en momentos como cuando es confundido por el inspector educativo por parte del personal de la escuela y es invitado a dar un monólogo sobre la superioridad aria. En este ejemplo, se puede ver uno de las destrezas de Benigni: el monólogo cómico.

La vida es bella es una película sobre el sacrifico del buen padre. En este sentido la película resultó ser impactante para sus espectadores. El cómo se narra un evento histórico que simboliza los crímenes de lesa humanidad, sigue siendo un debate dentro del cine. En este caso, la mezcla de géneros entre el drama y la comedia, nos encamina a un final agridulce y reflexivo sobre la dignidad de la vida humana.

Fuente: Cinepremiere/ Carlos Eduardo Pérez López