Cuando Raya y el Último Dragón no era más que una idea y no existía el mundo de Kumandra, los desarrolladores se si hicieron una pregunta: ¿debían crear una nueva princesa Disney o no? Con Mérida, en Valiente, y Moana, habían quedado atrás las figuras rosas y de tiara, el paradigma de lo que una princesa debe ser, el lastre del sometimiento. Pero la duda seguía ahí: ¿una nueva princesa?
“Pensamos que solo porque era una heroína en una película de Disney, no quería decir que tenía que ser princesa. Pero la razón por la que decidimos que sí, era porque tenía que ser una líder y eso le daba aún más responsabilidad para ayudar a su mundo”, compartió Osnat Shurer, productora del filme.
El filme dirigido por Don Hall y el mexicano Carlos López Estrada va sobre Raya, una guerrera con la misión de restablecer el orden en Kumandra. Este era un lugar en el que los ríos eran vastos y las tierras fértiles hasta que una extraña entidad secó las aguas y convirtió en piedras a los humanos. Sólo los dragones pueden revertir este mal, y es a la última de ellas a la que la joven debe encontrar.
“Entonces, vimos a las princesas como personajes aspiracionales, y obviamente ellas tienen que reflejar su actualidad porque reflejan a las cineastas. Pienso que son filmes muy personales. Para mí, después de hacer Moana y llegar a trabajar esta película, ser parte de este filme, dejar que los personajes simplemente fueran personajes: una heroína que emprende ‘el viaje del héroe’ para salvar al mundo, sucede que es una mujer y el género es un problema, sino parte de la solución porque su género es parte de su identidad”, insistió la realizadora.
Este filme, en cuyas escenas siempre hay el mismo número de personajes femeninos que masculinos o mayoría femenina, también es sobre la resilencia, la comunidad y la amistad, la cual es representada por Raya y la dragona Sisu.
“Sé que suena loco, pero no hay muchas películas en el mundo que se centren en la amistad de dos chicas. Además tenemos un tipo distinto entre Raya y Naamari que es una especie de amor-odio”, reflexionó Onat.
Un filme más que actual
Raya y el Último Dragón, que se inspiró en paisajes y culturas de Laos, Tailandia, Vietnam y Camboya, es sobre todo un recordatorio vigente de que el mundo debe trabajar en comunión.
En ese sentido, los realizadores festejaron el lanzamiento de la película, en Disney+ , tras el último año de pandemia.
“La película se sentía tan relevante y tan actual. Pero a medida que pasaba cada semana en el último año, la película se sentía cada vez más y más y más relevante, desafortunadamente, por las razones equivocadas, pero la pandemia, el malestar social en el mundo, la situación política de donde vivimos, en los Estados Unidos pero también alrededor del mundo, desafortunadamente ha creado una división cada vez más fuerte y se ha vuelto cada vez más difícil trabajar con alguien que tiene una filosofía distinta a la tuya o valores diferentes que los tuyos, así que, poder hacer la película, propone la forma en la que llevamos esto de una manera un poco más optimista”, dijo el director mexicano Carlos López Estrada.
Fuente: Life and Style