El verdadero origen de la leyenda de Mulan

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 06-12-2020

Millones de niñas alrededor del mundo conocieron a Mulan a través de la película animada producida por Disney en 1998. Sin embargo, la leyenda de esta guerrera lleva siglos incrustada en el folclor chino, además de que cuenta con una historia más impresionante que la versión occidentalizada… y eso que la leyenda original no incluye dragones.

A finales de los 90 y después del fracaso de El jorobado de Notre Dame (1996), Disney volteó hacia Oriente para su siguiente aventura de consumo masivo, por lo que envió a un equipo creativo para empaparse de todo lo relacionado con China.

La base narrativa del clásico animado fue La balada de Mulán, poema cuyo primer registro histórico data de una importante antología de la Oficina Imperial de Música del siglo XI. En sus 62 versos cuenta la historia de una joven china que –supuestamente– vivió entre el siglo IV y quien peleó durante 12 años en la guerra disfrazada como hombre. 

Según la leyenda, Mulán se habría enlistado durante un reclutamiento masivo, ya que los hombres de su familia no podían pelear: su padre era demasiado viejo y su hermano, demasiado joven, de modo que partió al campo de batalla con la bendición de su familia. Después de ganar la guerra, Mulán rechazó un cargo oficial dentro del ejército, reveló su condición de mujer y volvió a casa para retomar una vida apacible. Sin dejar de ser una historia extraordinaria, esta base fue embellecida en versiones subsecuentes.

Fue hacia finales del siglo XVI que la historia de Mulán resurgió –y prácticamente se consolidó– en la cultura popular china gracias al dramaturgo Xu Wei, quien escribió la obra de teatro La heroína Mulán va a la guerra en lugar de su padre. De acuerdo con algunas traducciones occidentales, en esta versión Wei describe a Mulán como perteneciente a un clan de guerreros, que la entrenó desde niña en artes marciales y manejo de armas. Aquí, el deseo de Mulán es regresar a casa para casarse y vivir en el rol tradicional de las mujeres de su tiempo, similar al destino del personaje animado por Disney.

Este final, sin embargo, contrasta con el de otra de las iteraciones mejor conocidas del personaje, reconstruido por Chu Renghuo en Romance de Sui y Tang (s XVII). En la novela histórica de Renghuo, Mulán parte a la batalla y es descubierta muy pronto por Xianniang, una princesa guerrera que se convierte en su hermana de sangre y luchan juntas para proteger al rey Dou Jiande y su rebelión contra el emperador Yang de la dinastía Sui. No obstante, son derrotadas y se ofrecen para ser ejecutadas en lugar del rey. El emperador les perdona la vida, pero al volver a casa, Mulán descubre que su padre, por quien se fue a la guerra, ha muerto, y que su madre se volvió a casar. Además, el gobernante local la ha llamado a ser su concubina. Antes de tener que sufrir este destino, Mulán decide suicidarse. Un final demasiado oscuro para ser retomado por Disney.

Fa Mulán, la salvadora de China

La Mulán más famosa fuera de su país es, desde luego, la protagonista de la película homónima que este año recibió el tratamiento de acción en vivo tan de moda en Disney. Dirigida por Barry Cook y Tony Bancroft, el clásico animado recuperó la premisa de la joven que toma el lugar de su padre en la guerra y que, después de salvar a China, lo único que pide es regresar a su casa. La diferencia con otras versiones, sin embargo, es que todo empieza como una desgracia para su familia. Con ayuda de sus dos amigos animales (el dragón Mushu, su guardián espiritual, y el grillo Cri-Kee), la heroína derrota a los hunos, enamora a su capitán en el ejército y salva a China, con lo que dota de honor no sólo a su hogar sino a todo su país. Aunque, no fue tan bien recibida por las audiencias chinas –que la percibieron lejana a su propio folclor y leyendas–, esta versión animada alcanzó el éxito taquillero en Occidente, además de que cambió para siempre la forma en que Disney se acercaría a sus protagonistas animadas.

A pesar de las diferencias entre las varias iteraciones de Mulán, tanto en el folclor chino como en la cultura popular contemporánea, hay rasgos del personaje que prevalecen. Esta esencia es la que ha hecho de Mulán una figura a la que el imaginario colectivo regresa con cierta frecuencia por inspiración. Mulán reta las convenciones de su época y no le teme a la muerte con tal de proteger el honor de su familia y de su lugar de origen. Gracias a ella y sus diferentes versiones, las niñas del mundo saben que no tienes que ser hombre para defender tu hogar, tus principios y tu derecho a decidir sobre tu propio destino.

Fuente: Cinepremiere

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