El perrito danés parlante es muy popular entre los jóvenes que nacieron en los 90 porque fue el momento de mayor auge del programa de Scooby Doo. Sin embargo, la caricatura se estrenó desde los años 60 y muchos críticos de entonces ya la consideraban una animación de culto.
A diferencia de la mayoría de las secuelas o remakes que buscan pegar en la nostalgia de quienes descubrieron el programa en los 90, ¡Scooby! es notablemente un producto para niños muy pequeños que probablemente lo conocerán por primera vez.
Una de las características inquebrantables de la historia de la pandilla es la idea original en la que el grupo de amigos se enfrenta a situaciones aparentemente sobrenaturales que terminan por ser historias de crímenes. A pesar de contar con decenas de películas animadas, extensiones de la serie para televisión y un live action –en las cuales han cambiado significativamente su elenco o tipo de animación– esa esencia se ha mantenido.
Debido a que ¡Scooby! no ha sido la excepción a la regla que han seguido el resto de las adaptaciones, el público infantil puede disfrutar de una película de suspenso sin tener pesadillas en la noche. Además, la aventura siempre está acompañada de humor, los aparentes fantasmas son un tanto ridiculizados y por lo tanto, termina por ser una aventura lo suficientemente ligera en sus tonos de terror para ser gozada por los más pequeños.
Asimismo, es una película que retrata algunas de las experiencias que muchos niños pueden llegar a vivir y, por la forma en que fueron representadas, dan la sensación de una palmadita en la espalda. En algún momento, muchos quisimos comprar un perrito, pero Scooby, como cualquier triste animalito dentro de un aparador, resulta ser muy inteligente y leal a pesar de ser callejero. Shaggy por su parte es un niño muy tímido y le cuesta mucho trabajo entablar conversación con cualquier persona, así que en compañía de Scooby, logra conocer a su actual pandilla.
Finalmente, el hilo conductor de la historia es la amistad y lealtad. Aunque inevitablemente la trama gira alrededor de robots y aparentes fantasmas, nuestros protagonistas Shaggy, Velma, Scooby, Fred y Daphne sufren rupturas en sus lazos a lo largo de la aventura. Mientras que uno de los personajes secundarios, Blue Falcon representa el miedo que incluso los adultos hemos sentido por intentar cumplir las expectativas que las personas tienen de nosotros.
¡Scooby! es emotiva por ratos, con mensajes y tonos aptos para los más pequeños. Se enlista al largo repertorio de adaptaciones de Scooby para ayudar a disminuir los miedos por el fantasma dentro del clóset con una historia de suspenso, por paradójico que sea.
Fuente: Cinepremiere