AutoCosmos informa que las motocicletas japonesas siempre han sido de mi agrado, ya que en la familia hay algunas todavía vigentes y porque hubo algunas experiencias –buenas y malas- con otras tantas. Por ejemplo, tenemos dos Kawasaki, una KZ1000 Z1R y una 454 LTD. Yo tuve una KH125 y por otro lado, mi padre casi se mata en una Suzuki GSX750 R al caer en una carretera sinuosa hace ya bastantes años. Uno de mis primos tenía una Monkey original de Honda y era la envidia de toda la cuadra.
Por eso, cuando la CB1000R fue presentada en el EICMA y luego traída a nuestro país, siempre tuve en la mente manejarla e incluso comprarme una. Hoy, como todo el tiempo manejo diferentes motocicletas, de todas las marcas, cilindradas, estilos y tamaños, aquella cosquillita de tener una se ha ido pero no por algo malo, al contrario, simplemente porque prefiero las doble propósito y las clásicas.
Y a pesar de que esta CB1000R es una Neo Sports Café, como la denominan en Honda, yo la veo más como una naked con el mote “Neo”, que sobresale del paquete y yo me inclino más por las que tienen más cara de “classics”. Un ejemplo es la Kawasaki Z900RS o bien, la próxima Suzuki Katana que no dudo que llegue pronto a la versión de producción.
Volviendo a la verdadera razón de esta nota, que es le CB1000R, puedo decir que la motocicleta está perfectamente bien lograda. Honda hizo un trabajo sobresaliente en todo el conjunto. Hablando de diseño, saltan a la vista el sinnúmero de piezas en aluminio cepillado; no hay plástico y eso, créanme, habla maravillosamente bien de sus diseñadores. Al verla de lado, el conjunto motor/caja luce enorme, ya que el tanque de combustible delineado muy sutilmente, el asiento y colín son muy delgados (sin perder confort) y el bastidor se esconde muy bien. En verdad es una pieza de diseño adhoc al siglo XXI. Podríamos decir que es minimalista.
El basculante es una obra de arte dentro de una obra de arte. Sí, parece tallado a mano. Todo en aluminio, sobresale del paquete. Y obviamente no solo es vista sino función, pues el manejo es de lo mejor. Dicen por ahí que comparada con su antecesora, reduce su peso total en 12kg, aumenta la potencia en poco más de 20Hp y mejora en un 20% la relación peso-potencia.
De primera instancia pareciera una moto salvaje, igual a su hermana la CBR1000 (con carenado) sin embargo, es todo lo contrario. Sí, es una motocicleta de 145Hp y 212kg de peso pero gracias a la electrónica es perfecta para el uso diario en ciudad, un track day o salidas a carretera. Ofrece cuatro modos de manejo: Sport, Standard, Rain y User; éste último personalizable en todos los aspectos como potencia, torque, asistencias, etc. Solo en Rain se reducen potencia, torque, revoluciones por minuto y se incrementan control de tracción y frenos ABS.
Cabe destacar que en el tiempo que la tuvimos, pudimos manejarla en ciudad con buen clima y en modo Standard y el día que la sacamos a carretera, llovió con singular alegría, obligándonos a cambiar al modo Rain. Algunos kilómetros adelante el agua dejó de caer y las nubes abrieron paso al sol, tentándonos a mover nuevamente el modo hacia Sport para sentir la diferencia al tener una moto más “viva”. Los frenos son implacables, dos discos de 310mm adelante, uno sólido atrás de 256mm y pinzas Tokico son más que perfectos para el conjunto y bueno, con el ABS aquello era como un switch de on/off a la hora de frenar.
El panel de instrumentos digital es de muy fácil lectura y puede cambiar el color del fondo para comodidad del conductor. La iluminación es led y el faro delantero es sin duda uno de los más bonitos y eficientes del segmento. Muy parecido al de la nueva Indian FTR1200. Los mandos y botones se manejan desde el lado izquierdo del manillar, haciendo muy fácil su manejo.
En resumidas cuentas, tal y como lo dije antes, Honda logró poner en jaque a sus competidores con una apuesta muy moderna tanto en diseño como en tecnología aunque, haciendo research y preguntas en diferentes foros, no es una moto que la gente elija por encima de una Suzuki GSX-S1000, una Yamaha XSR900 o bien, una Kawasaki Z1000. ¿A qué se deberá?