AutoCosmos informa que consecuencia, honestidad, convicción. Parece que estuviéramos hablando de alguien bastante honorable, pero la verdad es que estos valores, que cuesta encontrar entre personas, también son pocas las veces que las podemos ver en el mundo motor, en especial para los tiempos de hoy. No somos fundamentalistas y fanáticos de la tradición porque sí, pero hemos visto como el éxito de muchas marcas o modelos a lo largo del tiempo han tenido que ver con mantener su espíritu intacto, mientras te adaptas a los tiempos más nuevos. Nadie dice que es una linea fácil de transitar, más aún en un segmento de nicho donde no hay más autos que hagan lo mismo.
Hablamos, lógicamente, del Suzuki Jimny, un auto que en su cuarta generación parece haber vuelto un poco a sus raíces con el fin de sacar más fuerzas para posicionarse en un mundo dominado por autos que son precisamente lo contrario, vehículos utilitarios deportivos que no son ni utilitarios, ni deportivos, pero que lo hacen practicamente todo. El Jimny, con más de 40 años a cuestas, cae en el mismo grupo de autos donde podríamos colocar al Mazda MX-5 / Miata, un poco puristas y de nicho, pero que brillantemente cumplen su cometido, aparte de mantener la esencia viva de la conducción. El Jimny es un excelente vehículo off-road, liviano, durable (como los verdaderos todo-terreno originales) y que en esta nueva etapa fue desarrollado para cumplir con todo lo que uno le podría pedir, sin dejar de lado, la tecnología y el estilo que merece un auto de la era moderna.
Estética retro, pero completamente funcional
El nuevo Jimny vuelve a su diseño completamente cuadrado y esto es para poder maximizar el espacio interior, siendo que es apenas más corto que el modelo saliente. Además, sus paneles lisos y completamente rectos ayudan a que no se pegue el lodo o nieve. El parabrisas, más plano, tiene la función de atenuar el reflejo del sol. Su techo, más amplio, gracias a los paneles verticales de la carrocería, es lo suficientemente plano para que puedas barrer fácilmente la nieve que se junta, incorporando canaletas para que escurra el agua en los bordes (y no te caiga encima cuando te bajes).
Y ya que hablamos de los elementos retro, el Jimny recoge un poco de todo. Los faros frontales redondos son un reminiscente del Jimny original. Más adelante en la historia, se ubicó una segunda luz bajo el intermitente, que fue el formato que el Jimny mantuvo hasta la generación pasada, pero aquí volvemos al origen. La parrilla con barras es también un rasgo que se ha mantenido con el tiempo y esto tiene que ver, no solo con la historia del Jimny, sino que con la historia del todoterreno original, que es del cual derivan todos estos autos: el Jeep. Desde ahí que muchas marcas lo lleven, pero que no se lleve todo el crédito, ya que el encastre plástico donde va la parrilla y los faros es una solución que nos lleva nuevamente al Samurái, a la generación de los SJ. Del Samurái también toma el cofre recto y con unas pequeñas hendiduras que los más fanáticos sabrán reconocer. En la parte de atrás, las calaveras volvieron a la defensa, pero para que la puerta del portón pueda ampliar su boca, para que sea más fácil cargar cosas.
Lo demás, defensas plásticos, pasos de rueda cuadrados con más espacio para "meter mano" (por si hay que desatorar el Jimny o cambiar una llanta) y rines de 15" de aleación en color grafito para la discreción (es un tono similar al de los paneles plásticos).
Dimensiones
El Jimny es más chico que su antecesor, con 3,645 mm de largo, 50 mm menos. Su distancia entre ejes eso sí, se conserva con 2,250 mm. Además, es más alto y más ancho, con 1,720 mm y 1,645 mm respectivamente. Su despeje al suelo pasa de 200 mm a 210 mm, lo cual es muy conveniente para sortear piedras y baches.
Sus aptitudes todoterreno también se ven mejoradas por el despeje extra, así como los ángulos de ataque, ventral y salida que han mejorado.
Interior
Aquí no solo ha mejorado la posición de los asientos, sino que también el espacio general, por lo que no hay problemas de altura para los adultos que les toque ir sentados atrás. Las puertas del Jimny se abren en tres etapas (31, 51 y 70 grados) según que tan estrecho sea donde transitas, pero todo medido para que puedas entrar con comodidad.
La consola, se aleja por completo de lo que era el Jimny anterior, luciendo un aspecto muy robusto y cuadrado. Aquí usualmente es cuando decimos que los plásticos del auto son suaves al tacto o duros y en el Jimny nos alegramos de que todo sea duro y resistente, porque esa es su misión. Hay asas y texturas rugosas anti deslizantes.
Las líneas de la consola son completamente horizontales y verticales. Esto se hizo no solo para ir a tono con el exterior, sino que para que cuando enfrentes desniveles, sepas reconocer visualmente el ángulo de conducción.
No hay colores en el interior. Todo es un mar de negro, para evitar distracciones. Sin embargo, las zonas de operación, como la bocina, los botones del volante, o el climatizador, vienen demarcados con un pequeño filete cromado, para que sepas distinguirlas. El clúster, son dos esferas, tal cual como en los Jimny del pasado, pero siempre iluminadas en color rojo, con una pequeña pantalla informativa para la computadora de viaje. El look es claramente muy ochentero pero que va a tono con la propuesta estética del Jimny.
El sistema multimedia, ubicado en altura para su fácil visualización, que consiste en un panel táctil doble DIN de 6.8 pulgadas, propiedad de Blaupunkt , con puerto USB, AUX y Bluetooth, pero sin conectividad para smartphones. Nos señalaron que a mediados de año habrá mejoras con esta eterna deuda de Suzuki.
Los asientos cuentan con un mayor soporte, pero con los hombros descubiertos, para poder girar con mayor comodidad el cuerpo dentro del habitáculo. Si sacas las cabeceras, estos se pueden plegar completamente rectos con los asientos traseros, transformando al Jimny en un pequeño refugio con cama para dos personas. Los asientos de atrás, también se pliegan rectos, conformando una superficie completamente plana y revestida de plástico durable. Tras los asientos, un pequeño cajón permite guardar cosas sucias o esconder de la vista objetos. También se contempla un enchufe de 12v.
Entre el equipo de la unidad que manejamos en Chile (GLX) también destacan los cristales eléctricos (one touch para conductor), espejos de ajuste eléctrico, volante forrado en piel ajustable en altura (35 mm) con controles de audio y control crucero, aire acondicionado automático, luces LED con encendido automático y faros de niebla.
Seguridad
Lamentablemente el Jimny aquí se queda un poco corto, por la evaluación de tres estrellas en Euro NCAP. Esto principalmente se debe a su misma naturaleza pequeña y utilitaria, por lo que los puntos flacos están en los marcos de las puertas, en impactos frontales desviados (con un tercio o un cuarto del frontal) que son los más destructivos, versus una colisión completamente frontal y otros.
Por lo demás, el Jimny no escatima en nada, incluyendo anclajes ISOFIX en los asientos traseros, 6 bolsas de aire, frenos con ABS y EBD, control de estabilidad, asistente para descenso (10 km/h en 4H, 5 km/h en 4L, se desconecta sobre los 25 km/h), cámara de reversa e inmovilizador.
Motor
Jimny llega motivado con un nuevo motor de cuatro cilindros K15B de 1.5 litros, con 100 Hp y 96 lb-pie de torque. Este es más liviano que el 1.3 que reemplaza, así como más compacto. Como lleva cadena de distribución, también es más fácil y económico de mantener. Este motor, además, comprime un poco más, lo que aporta en su performance y rendimiento. Gasta menos combustible que el Jimny anterior, con rendimientos de 13.2 km/l en ciudad, 17.6 km/l en carretera y 15.7 km/l en ciclo mixto, al menos con la caja manual de 5 velocidades. También esta como opción, la caja automática de 4 velocidades.
El chasis que lleva el Jimny es mucho más robusto que el anterior. Incluso cuenta con un par de travesaños extra y una sección en X como refuerzo. Ocho bujes de poliuretano unen la carrocería con la estructura. La suspensión es de eje rígido con espirales, los que han sido reforzados un 30% más que en la generación pasada. El tanque de gasolina también es más ligero, pero viene reforzado con una placa metálica.
El sistema de tracción AllGrip PRO que lleva el Jimny vuelve con una palanca al piso, la vieja confiable. Este bloquea mecánicamente el diferencial central (50:50), mientras que el ESP y el ABS bloquean de manera electrónica los ejes traseros con los frenos, emulando el trabajo de un diferencial. La reductora, como siempre, va a la mitad del auto, para que el cardan trasero sea más corto y así la suspensión trasera pueda trabajar mejor.