AutoCosmos informa que cuando se habla de scooters, uno hay uno más conocido que la legendaria Vespa, la cual se ha convertido casi casi en un genérico del segmento para gente que no es muy fan de las motos. Los que gustamos de las dos ruedas sabemos de las bondades de estos motorinos, como el que incluso puedes salir a carretera en una Vespa GTS 300. Pero hoy queremos hablar de uno que es completamente urbano: Vespa Clásica.

La Vespa Clásica fue diseñada especialmente para nuestro país con la ergonomía, área de carga y eficiencia en el consumo de gasolina que caracterizan a estos scooters italianos. Como su nombre lo indica, esta Vespa tiene un diseño retro, con un faro y espejos redondos que evocan el estilo clásico de la marca, así como otros elementos históricos, como el escudo para las piernas, el amplio asiento y las aplicaciones en cromo.

El motor de la Vespa Clásica es un monocilíndrico de 150 cc con 9.86 HP y 8.48 lb-pie, potencia y torque suficientes para desplazar a esta sílfide italiana de apenas 114 kilos. La transmisión, por supuesto, es automática, y los frenos son de disco en el eje delantero y de tambor en el trasero.

Monocasco

Una de las cosas que siempre nos ha sorprendido de los scooters de esta marca -y la Vespa Clásica no es la excepción-, es que el carenado/bastidor está hecho de una sola hoja de acero, lo cual le da una mayor solidez, durabilidad y precisión en el manejo. Evidentemente, al ser muy pequeña, es ideal para “ratonear” entre los coches y reducir los tiempos de traslado en horas pico.

Otra de las cosas que nos gustan de Vespa Clásica -y casi todos los scooters-, es que bajo el asiento hay una cajuela donde puedes guardar hasta un casco. Pero este scooter tiene además una guantera frente a las piernas ideal para guardar lentes, smartphone o guantes.

El cuadro de instrumentos combina un velocímetro análogo y una pantalla digital, donde puedes ver información sobre viajes, odómetro, reloj y nivel de combustible. En contraparte, Vespa Clásica hace un guiño al pasado al utilizar un arranque mecánico, además del eléctrico, que resulta muy útil si alguna vez se te baja la batería.

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