Confirmado: la jovencita poblana Jennifer Flores Tlapale no fue secuestrada ni a punto estuvo de ser "vendida" a una banda de tratantes de personas del norte del país, como supuestamente afirmó ella a sus padres para justificar de alguna forma su ausencia de 10 días; en realidad, se fue de su casa por voluntad propia y por amor a su novio Brandon Dos Santos, a quien conoció mediante la red social Facebook.
Así lo declaró el abogado de Brandon, Gabriel Jiménez Méndez, quien incluso fue más allá: aseguró que los padres de Jennifer estaban enterados de que su hija se encontraba en la casa de su novio y que aún así, sabiéndolo, realizaron dos marchas para exigir a la Fiscalía General del Estado (FGE) la activación de la Alerta Amber para agilizar su búsqueda y localización.
"Nunca estuvo contra su voluntad, ella fue quien acudió al domicilio para pedir que se le diera apoyo por parte de su novio Brandon", dijo Jiménez, quien en ese sentido reprochó que tanto Brandon como el padre de éste siguieran detenidos hasta la tarde de este miércoles, declarando sobre los hechos.
Según el abogado, Brandon y Jennifer tenían dos meses de relación sentimental y habían decidido vivir juntos, con el conocimiento de las dos familias, pero por alguna razón, la de la jovencita decidió dar vuelo a la historia del "secuestro" y de la inminente "venta" a una banda de tratantes de mujeres de Ciudad Juárez, Chihuahua.
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