En los últimos tres meses del 2015 y a un paso de dejar la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN, Rafael Micalco Méndez, en complicidad con su cuñado José David Vázquez Matamoros, a la postre secretario general del instituto, compró 15 terrenos para la construcción de comités municipales al interior de Puebla. Sin embargo, 11 de los predios en cuestión fueron adquiridos con sobreprecios, algunos exhorbitantes de más de 7000% del valor real.
Pero eso no es todo: varios de los lotes adquiridos por Micalco Méndez no cumplen con los requerimientos mínimos para la construcción de oficinas por ser espacios muy pequeños o se encuentran en zonas de alto riesgo como barrancas.
Lo anterior se desprende de una serie de documentos en los que se incluyen fotografías, mapas y 11 diferentes avalúos con lo que se demuestra los sobreprecios pagados por Micalco y Vázquez Matamoros, a quienes se les unió en esta trama de corrupción, Vicente Nájera Gutiérrez, tesorero del CDE panista.
Los predios del desfalco se encuentran repartidos en la Sierra Norte de Puebla (Ahuacatlán, Aquixtla, Zapotitlán De Méndez, Huitzilan de Serdán, Ixtacamaxtitlán, Jalpan Zautla y Chignahuapan), la zona del Ixta-Popo (San Felipe Teotlalcingo, Chiautzingo y Santa Rita Tlahuapan).
LOS PASOS DE LA TRAICIÓN
Corría el año 2005. Rafael Micalco Méndez, uno de los hombres cercanos al Movimiento Nacional de El Yunque en Puebla, levantaba la mano de Rafael Moreno Valle y se unía a la cargada para que fuera su candidato a senador de la República.
Micalco, a diferencia de su amiga y compañera Ana Teresa Aranda, manifestaba a los cuatro vientos que el joven político formado en las prestigiadas universidades de Estados Unidos era una de las mejores cartas para terminar con el priísmo poblano.
Y no estaba equivocado: en 2010, Moreno Valle ganaba la gubernatura con más de un millón de votos y le daba el tiro de gracia al marinismo.
Micalco fue uno de los privilegiados: delegaciones, diputaciones, cargos públicos para sus allegados, la dirigencia estatal del PAN.
Pero 10 años después de que Micalco Méndez –a quien muchos le criticaban que su verdadero poder residía en ser el chofer de Eduardo Rivera Pérez, el cachorro consentido del Yunque- levantaba el brazo a Moreno Valle, su discurso había cambiado radicalmente.
Vino el rompimiento con el morenovallismo que lo ayudó a crecer políticamente.
En ese contexto, Micalco, por los propios estatutos del partido, estaba obligado a dejar la dirigencia. Por eso, el 7 de agosto de 2015, el Comité Ejecutivo Nacional emitió la convocatoria para la renovación.
Pero la medida vendría acompañada de un caso de corrupción y daño a las finanzas de Acción Nacional.
LA HISTORIA DE UNA TRANSA
Sabedor que sus días al frente del CDE del PAN estaban contados, Micalco Méndez urdió, junto con su secretario general y cuñado y el tesorero, un plan para adquirir, entre octubre y diciembre del 2015, 15 predios en el interior del estado. La justificación: llevar al panismo del estado el apoyo para la construcción de las oficinas de los Comités Directivos Municipales.
De acuerdo con los documentos, fue inusitado el tiempo en que Micalco, Vázquez Matamoros y Vicente Nájera hallaron, compraron y escrituraron los predios.
Pero la realidad cayó por su propio peso.
La velocidad en la adquisición despertó sospechas.
Y la verdad salió a la luz.
En Zautla, por ejemplo, la documentación revela que Rafael Micalco y sus secuaces pagaron la cantidad de 100 mil pesos por una superficie de 63 metros cuadrados (m2), es decir, a 315 pesos el metro. Pero el avaluó realizado por un despacho privado –que cuenta con la gracia del anonimato-, establece el costo real del inmueble en 3 mil 407 pesos, lo que representa un precio 2 mil 935% menor. Para colmo, el predio se encuentra a unos metros de una barranca.
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El caso más extraordinario se encuentra en Zapotitlán de Méndez, en donde la dirigencia de esa época adquirió una fracción de 36 M2 de un predio rústico conocido como “La Providencia”. El lote fue liquidado en 100 mil pesos, pero el avalúo comercial revela un costo de mil 368 pesos. El sobrecosto, pues, asciende a 7 mil 310% y sin tomar en cuenta que el sitio es tan pequeño que difícilmente podría montarse una oficina partidista de manera digna.
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Respecto a los sobreprecios, le sigue uno en Jalpan, en donde se erogaron 100 mil pesos pero el valor establecido por el perito valuador particular es de 6 mil 845 pesos. La diferencia: mil 461%.
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En total, Micalco y compañía habrían generado un quebranto al PAN con la compra de los 11 terrenos por 733 mil 439 pesos, ya que mientras el avalúo del perito establece un costo de 310 mil 561 por todos los inmuebles, el CDE del PAN erogó un millón 44 mil pesos.
El escándalo por el pago de sobrecostos sigue vigente.
Muy pocos lo saben.
Es un tema que se ha mantenido en sigilo.
Pero en los pasillos del PAN local y nacional se conoce a detalle del expediente.
Y las consecuencias están por llegar.
(*) En colaboración con Ignacio Juárez Galindo, subdirector del periódico 24 Horas Puebla.