Presuntos actos de prostitución, venta de visitas conyugales o íntimas, distribución de drogas y alcohol, así como renta de televisores y hasta extorsión y pagos por protección… Todo eso, y más, es algo de lo que se ha denunciado de manera consuetudinaria en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Pedro Cholula, sin que el alcalde de ese municipio y autoridad encargada de la administración de ese penal, José Juan Espinosa Torres, el “J.J.”, haya hecho una limpia profunda del personal.
Algo pasa, porque esas prácticas delincuenciales y anomalías, dejan carretadas de billetes que alguien se está llevando a sus bolsas.
Basta hacer una superficial revisión hemerográfica para encontrar decenas de notas que informan sobre esas irregularidades y delitos, por los que, en muy contadas ocasiones, se han realizado cambios menores, pero todavía no una verdadera purga en este centro de reclusión que dirige la abogada de Movimiento Ciudadano (MC), María del Consuelo Reyes Rojas.
De ahí que surgen varias interrogantes.
Muchas.
Y es que a pesar de que el “J.J.”, tan proclive a ser candil de la calle y oscuridad de su casa, se ha quejado de la sobrepoblación de 350 por ciento en este centro y ha pedido al gobierno del estado que tome las riendas, no ha pasado de la declaración mediática.
Recientemente no vemos una solicitud formal.
Un litigio, de esos que tanto le gusta armar, por el tema.
¿Será que lo dice de dientes para afuera?
¿Podría ser que en realidad quiere que lo siga manejando el Ayuntamiento de San Pedro?
Los hechos son varios y graves.
Y vienen desde hace bastante tiempo.
El 16 de diciembre del 2014, desde el primer año de gobierno del “J.J.”, se destapó un escándalo de prostitución de cuatro mujeres colombianas en ese Cereso.
Salió entonces a la luz el nombre de Marcos del Callejo Pérez Salazar (a) “El Mata Taxistas“, como el operador de toda la red de corrupción interna.
El “J.J.” no movió entonces un dedo para hacer una auténtica purga en el reclusorio.
La directora, incluso, siguió en su puesto.
Sigue.
¿Sospechoso, no?
Conveniente, también, para quien esté cobrando esos “servicios” ilegales.
Durante los últimos dos años han sido constantes las denuncias de la venta de visitas íntimas, licor y drogas, además de otros delitos en el Cereso de San Pedro.
Llama la atención que el adalid de la justicia, el defensor de los desprotegidos y punta de lanza de la lucha contra la “privatización” del agua, José Juan Espinosa, haya permitido que esto siga.
¿Qué dirán de estos sus honestos correligionarios del Movimiento Regeneración Nacional (Morena)?
Ha habido cambios en el organigrama del penal en estos más de dos años.
Sí, pero menores.
Los puestos clave siguen intactos.
Intocables.
Comenzando por la abogada con la cédula profesional 194537 y militante de Movimiento Ciudadano (o tal vez ya también de Morena como su jefe), María del Consuelo Reyes Rojas.
En ese penal cada vez que sale a la luz un nuevo incidente, todo se arregla dando de baja a uno que otro custodio.
A uno que otro funcionario administrativo.
La idea es aparentar.
Simular.
Luego, unos días todos andan como seditas.
Hay corrección.
Todos, funcionarios y reclusos, se portan bien.
Pero luego, de nuevo, a las andadas.
En todo este tiempo no se ha siquiera sugerido que la verdadera responsable de todo el cochinero sea la Directora del Cereso.
Si María del Consuelo Reyes Rojas solapa lo que ahí pasa, es grave, muy grave.
Si ni siquiera lo conoce es peor.
¿A dónde va el dinero sucio que se genera en el Cereso de San Pedro Cholula?
¿Tiene algo que ver la actividad política que se avecina para 2018?
Si no son los funcionarios de primer nivel de la administración de José Juan Espinosa, entonces ¿quién se está haciendo millonario con este asunto, sin contar los temas de obra pública, proveedores, arrendamientos y otras fuentes de jugosos ingresos?
Son solamente preguntas.