Ni reveladora ni sigilosa fue la aprobación de la reforma en el Congreso del estado para elevar a rango constitucional el derecho humano al agua, como lo afirma el alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, también conocido como “El J.J.”.
En cambio, su reciente reacción como supuesto defensor de los poblanos es mero producto de su conocido oportunismo y lo pinta como uno de los alcaldes más desinformados de Puebla.
Lea usted y juzgue.
La iniciativa de reforma a la fracción VI del artículo 12 de la Constitución Política del estado de Puebla llegó al Congreso local en la sesión ordinaria pública del miércoles 14 de diciembre. Con letras destacadas: pública.
El paquete de iniciativas obedeció a las propuestas hechas en campaña por el gobernador Tony Gali, es decir, no llegó sola y forma parte de una estrategia de meses atrás, por supuesto, anunciada en varios espacios.
Hay que decir que ni ésta ni las otras fueron aprobadas al momento de ingresar, sino que se turnaron a las comisiones respectivas para su análisis, dictamen y puestas a sometimiento en el pleno, frente a los 41 diputados, los ciudadanos en Galerías y los medios de comunicación.
Ese día llegó. Fue el 6 de enero cuando se enlistaron los temas –que se da a conocer en el portal digital del Congreso la tarde anterior- y ahí figuraron las reformas; la que nos ocupa fue asentada en el punto siete de la orden del día de la sesión extraordinaria de carácter –otra vez- público.
Entonces habrían transcurrido 23 días -sí: 23- para que José Juan Espinosa mostrara su “inconformidad” en redes sociales y por escrito, y para -incluso- presentarse en el recinto Legislativo como lo ha hecho en otras ocasiones cuando cree que sus -muy singulares y convenencieros-intereses se ven trastocados.
Vaya usted a saber si las posadas, el “piquete” en el ponche, el jolgorio de fin de año, lo ofuscaron, pero lo cierto es que en todo ese tiempo ni balbuceó siquiera para protestar.
Regresando a la sesión extraordinaria pública de la primera semana de este año, la iniciativa que nos ocupa fue votada y avalada por los legisladores. Nadie levantó la mano, nadie tomó la palabra y todo quedó registrado.
Por si fuera poco, la Asociación Social del Agua dio una declaración al respecto, por supuesto pública, sobre la impresión acerca de la aprobación en el pleno, en la que si bien hizo observaciones respecto de la reforma federal, se reconoció que el derecho humano al agua ya está en rango constitucional, una demanda que ellos hicieron desde el mes de abril pasado.
Así que el supuesto sigilo que acusa José Juan Espinosa no existe, pues en realidad obedece a una falsa escena de indignación, pero sobre todo a su grave nivel de desinformación. Deberá pensar seriamente en cambiar de asesores.
Y es que por personajes como él, que patalean y se inventan conspiraciones todos los días de todas las semanas, a los seguidores de Andrés Manuel López Obrador les endilgan una serie de motes y descalificaciones.
Pero allá Morena, pues no tiene culpa el edil, sino el partido que lo acogió. O lo que es lo mismo: no tiene la culpa el indio, sino quien lo hizo su compadre.