En San Andrés Cholula, la corrupción del alcalde Leoncio Paisano empieza a llegar ya a niveles verdaderamente insospechados.
Tanto que el panista hasta se da el lujo de llevar a un padrecito a bendecir la fuente de sus ilícitos negocios.
De ese tamaño es el cinismo de un edil sin escrúpulos ni límites; todo él un verdadero lastre para el morenovallismo y sobre todo para el próximo gobernador de Puebla, Tony Gali Fayad, quien tendrá que lidiar con este tipo de autoridades municipales.
Hace unas semanas se dio a conocer que Paisano hacía uso de una camioneta con valor de más de 1 millón de pesos de misterioso -y muy oscuro- origen.
Atrapado con las manos en la masa –o el volante-, el ayuntamiento de San Andrés Cholula no supo explicar por qué el presidente municipal se paseaba a bordo del vehículo de lujo, una Yukon de la GMC súper equipada.
En medio del escándalo, el equipo de comunicación del edil argumentó que Paisano hacía uso de dicha camioneta gracias a un “préstamo” que una conocida agencia de vehículos le había hecho para ver “si se animaba a comprarla” (sic).
Un extraño “préstamo” que duró más de tres meses, algo inusual en ese tipo de acuerdos comerciales.
La inconsistente y ridícula respuesta del ayuntamiento cholulteca no hizo sino aumentar las suspicacias.
Una investigación del Diario Cambio descubrió el “gato encerrado”:
En realidad, la camioneta fue adquirida por la empresa Calpuemex Construcciones S. de R.L. de C.V., propiedad de un singular personaje: Lino León Cruz, muy, pero muy cercano tanto a Leoncio Paisano como a su hermano, Guillermo Paisano, ex edil de San Andrés Cholula y el poder tras el trono, tanto que una pieza suya es el actual secretario de Obra Pública, Alfredo Roberto González Tzontecomani.
¿Por qué el alcalde disfrutaba de la camioneta que este empresario fue a comprar en una agencia de la GMC?
Evidentemente por un “moche”, millonario “moche”, en agradecimiento por los favores recibidos por Lino León Cruz.
¿Pero a cambio de qué?
Eso es algo que nunca se dijo.
Hasta hoy.
Una serie de documentos en poder del columnista confirma la estrecha relación entre el gobierno de San Andrés Cholula y Calpuemex Construcciones S. de R.L. de C.V., uno de los contratistas consentidos de los hermanitos Paisano, personajes ambos extraídos de la película “La Ley de Herodes”.
En agosto de 2014, sin autorización del Cabildo, Leoncio autorizó que su administración pagara más de 9 millones de pesos a la empresa de Lino León Cruz.
Calpuemex Construcciones S. de R.L. de C.V., con domicilio en avenida Independencia 326 en la colonia Azteca de la ciudad de Puebla, le vendió maquinaria usada para el “mejoramiento de la imagen urbana” de San Andrés Cholula.
Maquinaria que ni siquiera necesitaba el ayuntamiento y en pésimas condiciones.
Calpuemex hizo un gran negocio, pues tasó el precio en dólares y lo fijó entre 30% y 40% más elevado que lo marcado por empresas especializadas como, por ejemplo, Market Book.
Generoso con el empresario favorito de su gobierno, Paisano le compró:
-Una máquina motoniveladora marca Caterpillar modelo 140M año 2008, con valor de 307 mil 400 dólares.
-Una máquina retroexcavadora marca Case modelo 580N año 2011, con valor de 84 mil 690 dólares.
-Una máquina barredora de calles marca Alianz modelo 4000 año 2007, con valor de 55 mil dólares.
-Una máquina minicargador modelo 246C año 2011, con valor de 39 mil 900 dólares.
En total 9 millones 682 mil 985.20 pesos.
Los correspondientes comprobantes fiscales prueban la operación que a su vez explica por qué una mañana de hace no mucho el alcalde de San Andrés Cholula recibió en su domicilio particular un regalo inesperado, con los atentos –atentísimos- saludos de Lino León Cruz: la camioneta de lujo Yukon GMC, de un millón 33 mil pesos.
Mareado por completo por el poder y el dinero –hace poco documentamos cómo él y sus regidores y funcionarios allegados se autorizaron bonos de fin de año por un monto total de 11 millones de pesos-, Leoncio Paisano seguramente pensó que nadie, nunca, se daría cuenta del bonito obsequio que le enviaron tras cerrar el enésimo negocio con Calpuemex Construcciones S. de R.L. de C.V.
Y se le hizo fácil, muy fácil, hacer uso de la camioneta de origen –como ya se ve- muy explicable.
Meses antes, en la explanada del ayuntamiento, Leoncio Paisano tuvo el cinismo de llevar a un padrecito para que echara agua bendita a la maquinaria que compró a precio alzado y que a la postre le representaría un beneficio totalmente ilegal.
Nadie dudaría que hasta elevó en silencio una plegaria por la salud de los empresarios que sí saben cómo devolver los favores.
Y es que esta vez el “moche” –el diezmo- del alcalde no fue en “efe”, como acostumbra –y de lo que dan cuenta varios constructores y contratistas-, sino en especie.
Una especie de cuatro llantas, 420 caballos de fuerza, con siete bolsas de aire, sensor de obstáculos laterales o puntos ciegos, cámara de reversa, sensores de colisión en todos los ángulos, sistema de entretenimiento Blue-Ray, diseño de parrilla, rines de 22 pulgadas y espejos cromados.
Auténtica piedra en el zapato de un sector del morenovallismo –el sector que no lo protege, porque hay otro que lo tolera y hasta con él hace negocios-, permanente bofetada a la campaña panista de “Buenos Gobiernos”, Leoncio Paisano confirma en los hechos que la corrupción -de la que están hartos los mexicanos- no respeta partido ni ideología.
Si la campeona del victimismo blanco, la priísta Blanca Alcalá, puede presumir de su #CasaBlanca, obtenida como pago a los millonarios contratos de obra pública que otorgó a un constructor a su paso por el ayuntamiento de Puebla, el alcalde de San Andrés Cholula hace lo propio con su súper vehículo logrado mediante el cochupo y la dádiva.
Ahora ya se sabe quién pompó camioneta quién pompó pero sobre todo por qué y a cambio de qué.
Como diría el clásico: ¡Qué asquerosidad es esto, eh!