Los aspirantes a la candidatura independiente al gobierno de Puebla son un auténtico chiste en redes sociales. Y caro les saldrá el desdén a las plataformas que, en gran medida, llevaron a la gubernatura de Nuevo León al estandarte de estas figuras de participación ciudadana, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”.
Mucho se ha dicho del fenómeno electoral que fue Jaime Rodríguez. Él mismo estuvo en Puebla dando detalle de su estrategia, pero es evidente que los aspirantes poblanos nada más no aprenden la lección.
En el discurso que ofreció en el Complejo Cultural Universitario en septiembre del año pasado, “El Bronco” fue enfático en el uso de redes sociales. Basta decir que se convirtieron en su herramienta electoral para eludir el bloqueo de los medios de comunicación tradicionales.
“Este teléfono es una chingonería, porque permite enterarme en tiempo real de las inquietudes de la gente por Facebook”, cuentan las crónicas que dijo al descubrir el invento de Mark Zuckerberg.
La clave es sencilla: el acercamiento con la gente y la interacción sin censura.
Uno de los puntos álgidos fue cuando el nuevoleonés se enfrascó en una discusión pública con el ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, nada más y nada menos que a través de Twitter. Esto dejó en claro el potencial que el entonces candidato había logrado. Como lo dijo luego del triunfo de “El Bronco” en una entrevista el investigador y analista político del Tecnológico de Monterrey, Miguel Pérez Juárez: en términos políticos eres tan grande como tu enemigo.
En cuanto a nuestros aspirantes aldeanos, lo cierto es que no hacen temblar a nadie con sus raquíticas cuentas de redes sociales. Vea usted si no:
Si juntamos el número de seguidores en Twitter de seis de los siete aspirantes, apenas rebasan los 500. La muestra más lamentable son los casos de Marco Antonio Mazatle Rojas y Rubén Hernández Pérez.
El ex líder telefonista abrió su cuenta apenas el viernes pasado, tiene tres seguidores y un solo tuit. Mientras que el ex perredista, aunque su cuenta fue creada en diciembre pasado, simplemente no tiene mensajes, ni seguidores y tampoco sigue a nadie. Patético.
Quien se defiende en este rubro es, si acaso, Ana Teresa Aranda, con 6 mil 300 followers, pero, como ya vimos en entregas pasadas, está perseguida por el fantasma azul del PAN y eso a estas alturas no ha cambiado.
Ricardo Jiménez Hernández es el segundo con más seguidores en la cuenta que abrió para su aspiración política de este 2016, pero aun así su número es risible: 359 hasta el sábado 13 de febrero.
En la alterna (@rickicarpediem) tiene más de 800 seguidores, pero la ha dejado de lado, al parecer en un intento de ocultar su cercanía con Fernando Manzanilla Prieto, pues en un análisis de dicha cuenta se advierte que al usuario que más responde es, precisamente, al ex secretario General de Gobierno, la segunda que más menciona y la tercera que más retuitea.
Pero la feria de gazapos no termina ahí, pues en el caso de Facebook la cosa está peor.
Ricardo Jiménez, Leodegario Pozos Vergara, Rubén Hernández y Marco Mazatle tuvieron la genial idea de conservar sus perfiles y no abrir páginas, dejando filtros que dificultan la consulta de sus publicaciones y otros datos.
En el caso del ex perredista, además del perfil tiene una página, pero en esta refiere que es de una organización (su asociación civil) y no de un personaje público.
El día de la elección en Nuevo León, “El Bronco” pidió a la raza (palabra que posicionó en redes sociales) que tomaran fotografías de los resultados en sus respectivas casillas; el comentario escrito en su muro de Facebook tuvo más de 5 mil reacciones.
Un escenario muy, muy lejano que puedan alcanzar nuestros aspirantes poblanos.
Ni modo, con estos bueyes hay que arar.