Cuentan que hay una muy poderosa razón que explica el por qué sigue vacante la delegación de la Secretaría de Gobernación (Segob) federal en el estado de Puebla, una delegación muy codiciada por más de un priísta
Ya han pasado unos tres meses desde que Noé Rodríguez Roldán dejó esa posición para irse a buscar, sin éxito, la candidatura del PRI al gobierno de Tlaxcala.
Desde entonces no ha habido ni siquiera señales sobre el sucesor en una delegación por la que ya han pasado cuatro titulares en lo que va del sexenio: Manuel Castañeda Rodríguez, Juan Molina Arévalo, Flavio Bayliss Gaxiola y el citado Rodríguez Roldán.
La falta de un nombramiento ha llamado poderosamente la atención, tratándose de una dependencia tan importante como la Segob, e incluso se ha hablado de un descuido por parte del secretario Miguel Ángel Osorio Chong.
Pero nada de eso. Y es que hay un acuerdo no escrito para que la designación del nuevo delegado sea una facultad de la virtual candidata del PRI a la minigubernatura, la todavía senadora Blanca Alcalá.
El retraso en la conclusión del proceso interno del tricolor ha retrasado a su vez la definición en la delegación de la Segob.
Desde noviembre pasado, cuando supo que ella sería la elegida, Blanca Alcalá puso como condición, entre muchas otras, que el titular de Gobernación en Puebla sea una persona de todas sus confianzas, pues sólo así podrá garantizarse que los delegados federales en el estado operen para su causa en la campaña, y no le falta razón.
Cuentan que la senadora ya tiene perfilado al sucesor de Rodríguez Roldán, pero será hasta que se oficialice su candidatura única –quién sabe si de unidad, viendo la rebelión de priístas como Javier López Zavala- que se hará el movimiento que está pendiente desde el 15 de octubre de 2015, cuando quedó acéfala la delegación desde la cual se coordina políticamente a todas las demás.
También aseguran que este no será el único movimiento en la estructura del gobierno federal en el estado que pasará por las manos de Blanca Alcalá, pues la ex presidenta municipal va a sembrar a algunos de sus operadores en algunas otras delegaciones, con el mismo e idéntico fin de que desde ellas se respalde su intención de recuperar Casa Puebla para el PRI.
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Por cierto, cuentan que durante la firma del tristemente célebre pacto de “unidad” en el CEN del PRI no hubo ninguna señal por parte de Manlio Fabio Beltrones que haga pensar que la señora Ana Isabel Allende Cano vaya a dejar la dirigencia estatal del partido.
Y sí, no la hubo públicamente, pero en corto, durante la reunión que sostuvo con “Don Beltrone”, Blanca Alcalá recordó el compromiso de dejarla nombrar a su propio presidente del Comité Directivo Estatal, un presidente que no se la haya jugado con Enrique Doger, como Allende; que no la vaya a traicionar, como Allende, y que le garantice que la estructura priísta sí va a apoyarla, a diferencia de Allende.
Tras la negativa de Germán Sierra, la senadora trae dos nombres en mente: el de Alberto Jiménez Merino, quien este miércoles de última hora se arrepintió de renunciar a la delegación de la Sagarpa –tal vez porque su padrino y titiritero, Mario Marín, sigue sin ver con buenos ojos la candidatura de Blanca Alcalá y quiere encarecer su negociación, es decir, que le garanticen que será senador plurinominal en 2018- y el del diputado federal Alejandro Armenta Mier, al cual también se le ubica como coordinador o vocero de la campaña.
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Concreto, directo y sincero.
Así califican algunos delegados federales el mensaje que la titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, les dirigió el pasado 15 de enero, cuando los reunió en privado en un hotel de la ciudad de Puebla antes de asistir, con la representación presidencial, al quinto informe del gobernador del estado.
Con su protegida y amiga Blanca Alcalá a su lado derecho y su subsecretario, Juan Carlos Lastiri, al izquierdo, la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano habló con franqueza del proceso electoral en marcha y del inminente choque de fuerzas con Rafael Moreno Valle, a quien, dijo, “sí se le puede ganar”.
Pero, aclaró de inmediato, “no va a estar fácil”.
Y es que, reconoció, “es un gran operador”.
Los testigos cuentan que Rosario Robles –quien fungirá como una especie de coordinadora externa de campaña- habló de la necesidad de que el PRI camine unido hacia el mismo objetivo.
De lo contrario, apuntó, la derrota está asegurada.
Aseguran que la funcionaria fue mesurada tanto en la forma como en el fondo al referirse al Ejecutivo poblano; un comportamiento propio de una política profesional.
A diferencia de algunos delegados que, envalentonados, inmaduros y boquiflojas, mostraron el cobre y sacaron a relucir sus resentimientos hacia Moreno Valle, como si lo que viene se tratara de una pelea de secundaria y no de una disputa legítima por el poder.
Pero esa, esa es otra historia.
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Consciente de que el tema del agua potable es uno de los grandes déficits de este sexenio –a pesar de la valentía con que se encaró el tema del SOAPAP- y un foco rojo en su proyecto hacia la minigubernatura, el presidente municipal de Puebla, Tony Gali Fayad, tomó el toro por los cuernos y anunció una serie de importantes medidas que van a contribuir a disminuir la tensión e inconformidad social que el asunto provoca, lo que quedó claro en el pasado proceso electoral federal, cuando el PAN perdió por estas –y otras razones- dos distritos de la capital.
Hay tres disposiciones que vale la pena mencionar:
- La implementación de un Programa de Regularización de Adeudos.
2) El llamado de atención a la empresa concesionaria, Agua de Puebla para Todos, para que mejore sí o sí la prestación del servicio en las colonias del municipio, especialmente en aquellas donde se carece del vital líquido –y que no son pocas-.
3) La instalación de una oficina de recepción de quejas, con su correspondiente línea telefónica (01 800 SOAPAP), para resolver de inmediato las deficiencias.
Sin duda todo un acierto de quien, más allá de lo coyuntural, sigue construyendo su propio camino, con oficio político y sensibilidad social.
Y es que, honestamente, era algo que urgía, tanto que muchos se preguntaban por qué nadie antes se había metido al tema.