Paradojas de la vida, perversidad de la política, pero desde finales del año pasado, el principal saboteador del gobierno del alcalde de San Andrés Cholula, el panista Leo Paisano, es quien supuestamente debería cuidarle mejor las espaldas: el secretario general del ayuntamiento, Daniel Anteliz Magaña.
Yunque de origen, aprendiz de político, adicto a la traición –si no, que le pregunten a Ángel Alonso Díaz Caneja, Roberto Grajales y Jesús Zaldívar, entre otros-, este singular personaje no ha dejado de meter en problemas al presidente municipal, a grado tal que no es exagerado decir que, por su culpa, Paisano inaugura el 2016 con más enemigos de los que tenía al cierre de 2015.
Y es que Anteliz se ha convertido en una incómoda piedra en el zapato de Paisano, quien lamentablemente, sin deberla ni temerla, empieza a pagar las consecuencias del furibundo antimorenovallismo de su cercano colaborador, una fobia alimentada desde las entrañas de la ultraderecha, esa que no le perdona al gobernador de Puebla el haberlos desplazado del control del PAN en el estado.
De Anteliz puede decirse, por ejemplo, que en sentido contrario al alcalde de San Andrés, hace algunos meses operó desde el ayuntamiento en contra de los intereses del grupo en el poder al hacer todo lo posible para que tanto Ricardo Anaya como Martha Erika Alonso de Moreno Valle fracasaran en sus respectivas elecciones internas, él para presidente nacional y ella para secretaria general del partido a nivel estatal.
Tras mandar literalmente al carajo a varios de los principales operadores del morenovallismo, por órdenes directas de su padrino, el por entonces dirigente del PAN, Rafael Micalco, Anteliz usó infraestructura y recursos públicos para remar contra corriente, pero evidentemente fracasó, encontrando entre las cenizas de la frustración más motivos de odio hacia todo lo que huela a Casa Puebla, a cuyo principal habitante, en el día a día, suele denostar aduciendo que, por sus pistolas, Moreno Valle manda en todo el estado, menos en San Andrés Cholula.
“Mándalo a la chingada! ¡Vale madre lo que diga!”, es su consejo a Paisano cada vez que surge un asunto directamente relacionado con el gobernador y el municipio de San Andrés Cholula.
Delegado en 2010 de la Procuraduría Agraria en Oaxaca, donde fue acusado por comuneros de incurrir en actos de corrupción y de falsificar documentos para la ampliación de la carretera federal Pochutla-Puerto Escondido, Anteliz no conoce de escrúpulos y en su haber cuenta con tres principales “logros”:
1) Bloquear desde la Secretaría General a su mando todo lo que tenga que ver con la construcción de las radiales y las laterales de la Vía Atlixcáyotl, un importante proyecto de desarrollo impulsado fuertemente desde Casa Puebla y donde hay inversiones de peso por parte del Grupo Proyecta, de los Posada Cueto;
2) Resucitar el viejo encono entre Paisano y el ex edil y diputado federal Miguel Ángel Huepa –aunque esa es otra historia-, y:
3) Sembrar la división entre el equipo de colaboradores de Paisano, que hasta hace poco se distinguía precisamente por la unidad, el compromiso y la lealtad hacia el propio presidente municipal.
Influencia negativa desde donde se le quiera ver, hace unos días, a consecuencia de su grilla barata, Daniel Anteliz logró que Leo Paisano despidiera inexplicablemente a uno de sus funcionarios más capaces, Saúl Sandoval, quien venía fungiendo como secretario de Desarrollo Urbano.
Y es que Anteliz se dice –y asume- como el verdadero poder tras el trono, a fuerza además de minimizar y ningunear ¡a su propio jefe!, quien se puede decir que, literalmente, “duerme” con el enemigo adentro de su casa, víctima de las intrigas y manipulaciones de su “amigo”, el secretario general.
Uno de los principales causantes del desorden que priva en el centro comercial Sonata de Lomas de Angelópolis, donde hay grandes anomalías en cuanto al horario de los antros, el cobro de estacionamiento en vía pública y la seguridad, Anteliz no se cansa de ir en contra de todo lo que hace, o dice, Paisano.
Por ejemplo, asegura que él, y no el alcalde, controla el Cabildo y que tiene a todos los regidores comiendo de su mano. (Lo que no dice, claro, es que por su culpa, dicho Cabildo y dichos regidores han cometido irregularidades gravísimas, como prueban documentos elaborados por la Dirección Jurídica de la Secretaría General, a cargo de su aliado, Josué Ricardo García Pérez, que están por darse a conocer y que podrían acarrear serias, muy serias consecuencias de carácter legal y administrativo).
La situación con Anteliz Magaña en San Andrés Cholula es sencillamente insostenible. Tanto que nadie en el entorno del alcalde entiende por qué, o a cuenta de qué, se le toleran todas sus intrigas y todos sus sabotajes.
Y se preguntan, con preocupación de cara a la elección para minigobernador de este año:
Si Leo Paisano tuvo la inteligencia y el carácter para deshacerse el pasado lunes de su cuñado, Salomón Martínez Gómez, quien venía metiéndolo en problemas a consecuencia de su dudoso desempeño como titular de la Dirección de Recursos Materiales, por qué no toma una decisión similar en el caso de quien le causa tanto daño, el multicitado Anteliz, el mismo que, irónicamente, debería ser el primero en cuidarle las espaldas pero que hoy por hoy está convertido en su peor enemigo.
¿Por qué?