Junto con San Andrés Cholula, el gobierno del estado lleva a cabo desde hace un par de semanas una de las más importantes obras en la zona de mayor plusvalía de la zona metropolitana, en beneficio de más de 30 mil habitantes, principalmente de Lomas de Angelópolis 1 y 2. Se trata del Paso Deprimido de la caseta de la autopista Puebla-Atlixco, un viejo anhelo que por diversas complicaciones, la mayoría de carácter político, había sido imposible materializar hasta ahora.
Estos son algunas características de ésta, una obra que, entre otras cosas, vendrá a solucionar los actuales graves problemas de vialidad en ese punto de la zona conurbada:
• La inversión es de 200 millones de pesos aproximadamente.
• Se concluirá en unos cinco meses.
• El proyecto incluye la construcción de ocho kilómetros –cuatro de ida y cuatro de vuelta- de laterales, cada una de tres carriles.
• También, en una segunda etapa, dos puentes distribuidores sobre la Puebla-Atlixco; uno a la altura de Sonata; el otro, alrededor del kilómetro 4.
• El Paso Deprimido irá de 350 metros a 180 metros y se va a hundir cuatro metros: por la parte de abajo circularán quienes se dirigen a Atlixco y por la parte de abajo los miles de habitantes de Lomas de Angelópolis 1 y 2, así como del resto de fraccionamientos de este importante complejo habitacional..
• Constará de seis carriles.
Se trata, en resumidas cuentas, de todo un circuito vial, con un mensaje político adicional.
Y es que garantiza el desarrollo a 30 años de tres municipios en lo particular:
Atlixco.
San Gregorio Atzompan.
Y Santa Clara Ocoyucan, al que pertenece San Bernardino Chalchihuapan, la junta auxiliar más famosa de Puebla, la zona del viejo conflicto que, pese a lo que muchos suponen, no está vetada, ni mucho menos, por la administración morenovallista.
¿Así o más claro?