Así como en la saga cinematográfica de “La Guerra de las Galaxias”, El Yunque se reactiva, se rebela, y pretende regresar por sus fueros para propinar una derrota al “Imperio” morenovallista, a esa “fuerza oscura” que le ha quitado todo, y todo es todo, incluyendo el control del partido, el PAN, y especialmente el gran negocio de las candidaturas plurinominales trasmitidas eternamente de familiar en familiar, de socio a socio, de compadre a compadre, hasta que vino una “Amenaza Fantasma” -The Phantom Menace – a poner las cosas en su lugar.
Acorralados y heridos –pero no de muerte-, la fuerza de ultraderecha y sus acólitos quieren venganza (ese platillo que se come frío) y están aprovechando una coyuntura específica, las comparecencias de los funcionarios del gobierno del alcalde Tony Gali, para reagruparse, reposicionarse, contragolpear y lograr sacar el pendiente que hoy más les quita el sueño: la aprobación de las cuentas públicas del nuevo millonario, y gran empresario, Eduardo Rivera Pérez, ex edil capitalino.
Encabezados por Juan Carlos Espina Von Roehrich –el estratega del grupo-, los regidores de El Yunque se han mostrado más críticos –en algunos casos hasta soeces- con los secretarios del gabinete municipal que incluso los regidores del Partido Revolucionario Institucional.
Como si fueran la verdadera oposición a un gobierno emanado de una coalición multipartidista pero encabezada por el PAN, los panistas se han lanzado a la yugular de los funcionarios, descalificando su trabajo y cuestionando hasta lo accesorio y superficial, con una acidez y furia que nunca se les ha visto, por ejemplo, cuando el gobierno ha estado en manos del tricolor y ellos del otro lado.
Lo cierto es que los yunques están queriendo aprovechar este contexto para presionar, con un importante añadido: saben que por cuestiones electorales vienen cambios importantes en dos de las más importantes comisiones del Cabildo y quieren encabezarlas, a como dé lugar: Ángel Trauwitz Echeguren y Francisco Xabier Albizuri Morett serán candidatos del PAN a diputados federales, pronto se irán a hacer campaña y dejarán vacantes las presidencias de las comisiones de Patrimonio y Hacienda Pública Municipal y de Infraestructura y Obras Públicas, respectivamente.
Dos jugosos objetos del deseo para El Yunque.
Lo peor, lo más grotesco, empero, es su doble juego: y es que por un lado van con el alcalde y le ofrecen todo el apoyo y todo el respaldo a su administración, pero por el otro torpedean con todo a varios de sus secretarios en las comparecencias, e incluso en el día a día.
Y no se necesita ser sabio, ni muy experto en política, para saber que la actitud, esa actitud de los regidores de El Yunque en nada abona al proceso de solventación de las cuentas públicas del ex alcalde Rivera Pérez, las cuales, por cierto, se encuentran en proceso de revisión, a punto de formalizarse en un muy interesante pliego de cargos al ahora próspero hombre de negocios.
Hay que decir que una de las más furibundas protagonistas de la rebelión yunquista es la presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, doña Myriam De Lourdes Arabian Couttolenc, quien arrastra serias fobias morenovallistas y que, incluso con filtraciones a sus voceros -los voceros de la ultraderecha-, se dispone a exhibir las que dicen son “graves anomalías” del secretario de Desarrollo Social, Benjamín Lobato Fernández, cuya cabeza quiere ver rodar ante sus pies.
¿Hasta dónde llegará esta rebelión de El Yunque?
¿Logrará derrotar a la “fuerza oscura”?
¿Qué consecuencias políticas y hasta legales traerá este peliculesco choque entre el “bien” y el “mal” según la limitada óptica de la ultraderecha?
¿Qué opinará Eduardo Rivera Pérez?
La saga continuará…