Se podrá presumir que Puebla es la entidad con más universidades del país, pero no que sus rectores son los más interesados y activos en redes sociales, pues incuso hay quienes de plano no figuran en estas plataformas. Salvo alguna excepción, pareciera que los académicos están seriamente peleados con la tecnología; peor aún, con herramientas -mayormente usadas por los jóvenes que acuden a sus instituciones-, que sin duda favorecen la libertad de expresión y de pensamiento.
Según el “Estudio sobre los hábitos de los usuarios de internet en México 2014”, de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), los principales internautas oscilan entre los 13 y 34 años de edad y representan el 45% de los 51.2 millones calculados en el país en 2013.
Dentro del rubro de las actividades que el mexicano realiza on line, el uso de las redes sociales ha desplazado a la búsqueda de información: el primero con 77%, el segundo con 72%. Más adelante, el estudio asegura que 9 de cada 10 internautas entra a alguna de estas plataformas.
Pero estos números son ignorados, y olímpicamente, por la mayoría de los responsables y auxiliares de las casas de estudio poblanas.
Un ejemplo: Tan sólo al término de la Cátedra Latinoamericana de Análisis de la Realidad Política y Social “Ignacio Ellacuría”, en la Ibero Puebla, donde el común denominador fue la libertad para expresar ideas y propuestas a través de foros sobre temas que han generado movilizaciones sociales, la pregunta era obligada: ¿Cómo evaluaron los usuarios en redes sociales este evento?
La respuesta de los coordinadores no sorprende, aunque no por ello deja de ser lamentable, pues reconocieron que no tenían el dato porque ninguno de los académicos o auxiliares se ocupó de estas plataformas.
Es así que al revisar las cuentas de los rectores de siete universidades representativas en Puebla y su cantidad de seguidores –del 10 al 17 de noviembre-, se encuentra que es Alfonso Esparza Ortiz, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien más followers tiene: 8 mil 220.
Lejos de él, Rashid Abella Yunes, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) se coloca en segunda posición con mil 878; abajo José Mata Temoltzin, de la Universidad Anáhuac con 938; y al último el rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Emilio Baños Ardavin, con apenas 859 seguidores.
Pero faltan tres: Fernando Fernández Font, Luis Ernesto Derbez Bautista y Jesús Martínez Carbajal, de la Universidad Iberoamericana (Ibero), Universidad de las Américas (UDLAP) y Universidad del Valle de México (UVM), respectivamente, pero que no tienen cuenta en Twitter.
De los cuatro académicos que sí tienen presencia en la red de los 140 caracteres, encontramos que Abella Yunes fue el primero en abrir su cuenta, en octubre de 2009. Además de ser quien más ha tuiteado, más de 2 mil veces; sin embargo su respuesta es mínima, toda vez que de este universo sólo alcanza el 24 por ciento de retuits (571) y sus mensajes apenas han sido marcados como favoritos sólo el 7 por ciento (182).
Mata Temoltzin le sigue en cantidad de mensajes emitidos, con poco más de mil 700, retuits del 36 por ciento (635) y 11 por ciento de favoritos (635).
El rector de la Universidad Anáhuac y el de la BUAP abrieron sus cuentas en mayo de 2011.
Hay que decir que Alfonso Esparza es el más regular de los cuatro rectores en su actividad en Twitter: registra poco más de mil 200 tuits, un porcentaje de 75 retuits (977) y 55 marcados como favoritos (722).
En tanto, la cuenta de Emilio Baños señala que fue en enero de este año que inició actividades; hasta el momento con menos de 300 tuits, de los cuales el 67 por ciento ha sido retuiteado y el 55 por ciento marcado como favorito; una actividad similar al académico de la BUAP, si no fuera por su reciente incorporación al microblogging.
Como dato adicional y por si fuera poco, sólo Alfonso Esparza de la BUAP cuenta con una fanpage en Facebook, la que reporta más de 10 mil “Me Gusta”; mientras que Abella Yunes del ITESM, tiene un perfil que no es del todo público.
El resto de los académicos simplemente no figura en esta red social.