Al margen de lo que pueda suceder en el futuro en Puebla, y de las variables locales y nacionales que condicionen el 2016 y el 2018, el alcalde Tony Gali Fayad ya se convirtió, legal y oficialmente, en una marca registrada, con todo lo que ello implica en términos de marketing político.
El trámite ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial de la Secretaría de Economía del gobierno federal –iniciado por iniciativa propia de Dinorah Antoinnete Gali López, hija del presidente municipal-, comenzó el 16 de mayo de 2013 y concluyó recientemente, en concreto, el 9 de abril de 2014, de acuerdo con un documento obtenido por este columnista, mediante una solicitud de información ante el IMPI.
“Tony Gali” es ya, pues, una marca nominativa, como consta en el título de registro 1446280 expedido por Araceli Ledesma García, coordinadora departamental de Examen de Marcas “B”.
La autorización para el uso de marca aplica para los siguientes conceptos:
• Consultoría de sondeos de opinión con fines electorales.
• Servicios de encuestas con fines electorales.
• Difusión de campañas políticas.
• Producción de video clips con fines publicitarios
• Publicidad a través de una red informática.
• Tratamiento de textos.
• Documentación Publicitaria.
• Decoración de escaparates con globos con fines publicitarios.
• Distribución de material publicitario (folletos, prospectos, impresos, muestras).
El tema no es cualquiera.
En 2013, el PRI presentó ante el Tribunal Electoral del Estado un recurso de impugnación contra el entonces candidato de la coalición Puebla Unida a la alcaldía capitalina, para evitar precisamente que usara el sobrenombre “Tony Gali” en lugar de Antonio Gali Fayad en las boletas electorales.
La polémica terminó cuando el Revolucionario Institucional se desistió dado que algunos de sus candidatos también decidieron hacer uso de sus apodos o nombre abreviados, para tener una mayor identificación con el electorado.
El registro de la marca “Tony Gali” no significa otra cosa más que eso: el cumplimiento de un trámite por si algún día, cercano o lejano, el actual presidente municipal de Puebla se involucra en una nueva carrera electoral.
Él o su hijo, el ex diputado local y actual secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico (Secotrade) del gobierno del estado, Antonio Gali López, mejor conocido como Tony Gali Jr, a quien no pocos observadores le ven un futuro promisorio en la política.
Aunque hoy muchos, cortos de memoria, malagradecidos y ansiosos, auguren el fin del mundo y de todos, todos los tiempos.
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Tras un arranque lleno de dificultades, en el que no faltaron los errores y las inconsistencias administrativas, San Andrés Cholula está corrigiendo el rumbo.
Ello se nota en las obras públicas emprendidas, algunas de ellas ya finalizadas y entregadas, y en los ajustes al gabinete del alcalde Leoncio Paisano, que han venido a dar orden a la operatividad y al funcionamiento del aparato municipal en su conjunto.
Asimismo, en los esfuerzos en materia de seguridad al detener a varios ladrones de auto partes, aunque en este terreno todavía hay mucho que hacer como disminuir el índice de robo a casa habitación, y en el trabajo en educación y turismo, área que trabaja para que San Andrés mantenga la denominación de Pueblo Mágico.
El presidente Paisano y sus regidores parece que entendieron que gobiernan un municipio de gran relevancia y potencial económico, comercial, social, cultural, educativo y turístico, y que en la política, los acuerdos se deben respetar.
Hay pendientes como la expropiación de los terrenos para la construcción del parque de las 7 culturas o el asunto del registro civil.
Esperemos, sin embargo, que se mantenga el rumbo.