Aunque a nivel local, los grupos del PRI ya se disputan con uñas y dientes lo que quedó –y quedó muy poco- del partido tras la debacle del pasado 7 de julio, y Enrique Agüera, Blanca Alcalá, Juan Carlos Lastiri, Alejandro Armenta, Pepe Chedraui, Enrique Doger y hasta emisarios de Mario Marín –como el diputado Javier López Zavala- conjuran un día sí y el otro también para apresurar la salida de Pablo Fernández del Campo de la dirigencia estatal, lo único cierto es que en el Comité Ejecutivo Nacional el tema del cambio en el liderazgo en la entidad ni siquiera está en la agenda de corto plazo.
De hecho, en los últimos días tanto el presidente del CEN como la secretaria general, César Camacho e Ivonne Ortega, respectivamente, han dado todo su respaldo a Fernández del Campo para que continúe al frente del devastado partido, al menos hasta diciembre de este año.
¿Por qué?
Porque en el análisis realizado a toro pasado por el alto mando priísta, la derrota del partido sí fue contundente, incontestable y dolorosa, producto de múltiples y conocidos errores, pero en lo particular la actuación de Pablo Fernández satisfizo las expectativas de sus jefes, quienes sobre todas las cosas valoran una cosa: que no se vendió a los intereses de Rafael Moreno Valle, como tantos otros “próceres” del PRI que cometieron traición y, así, contribuyeron a la eficaz operación e ingeniería electoral del gobernador, el gran ganador de los pasados comicios.
Aunque suene increíble, en el CEN piensan que Pablo Fernández debe continuar unos meses más dirigiendo los destinos del tricolor en el estado por varias razones:
1. Porque los resultados del pasado 7 de julio pueden verse desde diferentes ópticas, desde el punto de vista de las posiciones ganadas, por un lado; y por el otro, desde el análisis de la votación comparada con los procesos electorales anteriores.
2. Porque la coalición 5 de Mayo consiguió en la suma de todos los ayuntamientos 850 mil 33 votos, contra los 875 mil 863 de los comicios del 2010, cuando el tricolor ostentaba el poder y se disputaba la gubernatura.
3. Porque con gobernador priísta, el PRI de hace tres años tuvo solo 25 mil votos más que en esta ocasión, asumiendo su papel de oposición, con todo lo que eso significa: escasez de recursos económicos, traiciones de liderazgos, simulaciones y el abandono de la Presidencia de la República.
4. Porque si se considera el grueso de los 216 municipios, excluyendo a la capital, la coalición 5 de Mayo alcanzó 605 mil nueve votos, contra 599 mil 200 de Puebla Unida.
5. Porque si en 2012, cuando el PRI en coalición con el Verde ganó 12 diputaciones federales, obtuvo 824 mil 595 sufragios, este 2013 sumó 850 mil 33, es decir, no sólo se mantuvo, sino que incrementó en más de 25 mil sufragios de un año a otro.
6. Porque viéndolos con frialdad, los resultados alcanzados en la capital del estado también son reveladores: Enrique Agüera estuvo por encima de los votos obtenidos por el PRI en los procesos inmediatos anteriores.
7. Porque Agüera alcanzó 208 mil 998 votos en 2013, contra los 189 mil 836 de Enrique Peña Nieto en 2012; los 193 mil 166 de los candidatos a diputados federales en 2012, los 195 mil167 de Blanca Alcalá de 2012, y los 198 mil 925 de Javier López Zavala en 2010. El PRI no sólo aumentó su votación, sino que la incrementó.
8. Porque como se ha dicho, y ha quedado plenamente demostrado, la conformación de candidaturas comunes entre la coalición Puebla Unida y otros partidos –hasta cuatro, como en el caso de San Martín Texmelucan-, fue un factor devastador para los intereses del PRI, que además sucumbió ante una operación milimétrica, casi perfecta, encabezada por el gobernador Rafael Moreno Valle, quien otra vez, sorprendentemente, minimizado por sus enemigos.
9. Porque en el CEN tiene más que claro el papel jugado por algunos traidores, como López Zavala, quien en términos reales, a través del Partido Social de Integración (PSI), dio a Puebla Unida 3 mil 417 votos en el distrito 3 de Zacatlán; 3 mil 640 en San Pedro Cholula; 16 mil 502 en Tecamachalco; 4 mil 596 en Ciudad Serdán; 803 en Acatlán, y 6 mil 451 en el 24 de Tehuacán Norte. En estos seis distritos esos votos fueron determinantes. Sin esa sumatoria, la coalición 5 de Mayo habría ganado, y:
10. Porque en el caso de los municipios, si el PSI, cuyo dueño es priísta, se hubiera sumado a la coalición 5 de Mayo, ésta habría obtenido 22 municipios más, entre otros Tecamachalco y Zacatlán.
Ciertamente, en un escenario de canibalismo interno, de culpas, de señalamientos, de oportunismo, es muy difícil hacer una valoración fría, como la que ya tiene el CEN del PRI.
Una visión, por cierto, con tierra de por medio -desde el Distrito Federal- y que no considera únicamente el tablero local, sino uno nacional, ya con miras a la gran batalla de 2015.
Por todo eso, aquellos que esperan cambios en el PRI tendrán que esperar un poco.
Y es que Pablo Fernández del Campo sí se irá de la dirigencia estatal, pero no por el momento.
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Por cierto, en el CEN monitorearán la rueda de prensa que está previsto dé este lunes Enrique Doger para salir públicamente a hacer su evaluación del proceso electoral.
Y es que en la oficina de César Camacho consideran que lo del diputado federal sólo obedece a una estrategia de “chantaje”.
Dentro del análisis global del Comité Ejecutivo Nacional, se señala que durante el proceso electoral, el CEN puso sobre la mesa la delegación del IMSS, con el propósito de que apoyara las campañas, en particular la de la capital.
La propuesta se mantuvo, pero según César Camacho, dependía de que diera muestras claras de su respaldo.
Públicamente Enrique Doger sólo apareció en tres eventos de Enrique Agüera. El argumento del legislador es que nunca lo convocaron a más y que en política, “no se va a donde uno no es invitado”.
Para el CEN ni siquiera fue manifiesto su respaldo a Sandra Montalvo, quien siempre estuvo identificada con su grupo, pero que en los hechos fue ignorada por el ex rector y ex alcalde.
La semana pasada era determinante y esperaba que le fuera entregada por fin la delegación del IMSS.
Pero esto no sucedió, la fecha límite era el jueves, según los emisarios del CEN.
Así que este lunes romperá lanzas y tronará contra su partido y contra la dirigencia de Fernández del Campo y Moreno Peña, como lo anunció en su cuenta de Twitter.
Se va a poner bueno.
Eso que ni qué.