Como pocas veces, el proceso electoral en Puebla se ha caracterizado por los rumores, los embustes, las fábulas y las leyendas urbanas.
Hijas de la especulación, han surgido un sinnúmero de versiones e historias que no sólo generan más desinformación de la que resulta medianamente manejable por el sentido común, sino que se han convertido, en la mayoría de los casos, en auténticos mitos, que van de boca en boca, de café en café, o de sesudo análisis en sesudo análisis.
Hay muchísimos, pero algunos de esos mitos son los siguientes:
1. Mario Marín está detrás del candidato de la alianza 5 de Mayo, Enrique Agüera, y de otros aspirantes a alcaldes y diputados; el góber precioso clama por venganza y el 7 de julio regresará por sus fueros.
2. La elección en la ciudad de Puebla terminará por definirse en los tribunales, no en las urnas; el rebase de los topes de campaña será factor determinante.
3. Los ex funcionarios morenovallistas que buscan ser diputados y que ganen su elección no llegarán al Congreso o estarán en él muy poco tiempo; regresarán a sus cargos en el gobierno y sus curules serán asumidas por sus suplentes, burlándose de los electores que les dieron su voto.
4. Tony Gali ganará pero antes deberá desligarse de la imagen de Rafael Moreno Valle porque arrastra el desgaste del gobernador, así como las fobias y filias de dos años y pico en el poder.
5. Pablo Fernández es, además de un inútil, un mero títere a las órdenes del delegado del PRI, Fernando Moreno Peña, un porro que sólo tiene una misión en Puebla: reventar la elección con el fin de que la justicia electoral la anule.
6. Enrique Peña Nieto no está verdaderamente interesado en ganar Puebla, prefiere preservar su Pacto por México (y por tanto sus reformas) antes que pelearse con el PAN y sus gobernadores.
7. El PT funcionará como el perfecto patiño de Puebla Unida en la capital y logrará arrancar hasta 4% de los votos al candidato de la alianza PRI-PVEM, inclinando la balanza a favor de Tony Gali.
8. La guerra sucia, principalmente a través de las redes sociales y otros canales informales, será igual o peor que en 2010 y por tanto determinante para decidir al nuevo presidente municipal de Puebla.
9. Únicamente habrá un debate entre Gali y Agüera, y es que a ninguno de los dos les conviene exponerse a más de uno ante su vulnerabilidad y la cantidad de expedientes que aguardan pacientes para salir a la luz pública.
10. Las encuestas y los encuestadores siguen vendiendo espejitos; de hecho, volverán a equivocarse, como en 2010, como en 2012. Al final, dirán que “el voto de silencio” y la “operación mapache” tuvieron la culpa. Oootra vez.
¿Verdad o mentira?
Es difícil saberlo.
En todo caso, será hasta la tarde-noche del 7 de julio próximo cuando conozcamos cuáles de estos mitos eran eso: mitos, y cuáles tenían eso que hoy poco se observa y tanto escasea: certeza.