El pasado viernes la Procuraduría General de Justicia de Víctor Carrancá Bourguet dio cuenta, a través de un comunicado de prensa, del rescate de un menor de 14 años de edad víctima de secuestro y de la detención de ocho integrantes de una peligrosa organización criminal a la que, además, se le aseguró armas de grueso calibre y precursores para la elaboración de drogas sintéticas.
La PGJ señaló que fue a través de labores de inteligencia de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto como se rescató al preadolescente, el cual se encontraba privado de su libertad desde el lunes 21 de enero y por cuya liberación exigían 100 mil dólares y 500 mil pesos mexicanos.
También aseguró que al secuestrado lo mantenían en una casa de seguridad de la ciudad de Atlixco, donde se aprehendió a Ernesto Wilfrido Ramírez Cerón, alias “El Neto”, de 38 años de edad, originario y vecino de Atlixco Puebla; Marcos Ayala Ruiz y/o José Luis Velázquez González, alias “El Drogo”, de 23 años de edad, originario y vecino de Guatemala, y Víctor Iván Castro Romero, alias “El Conejo” y/o “Piraña”, de 27 años de edad, originario del Estado de México y vecino de Atlixco, Puebla.
Además: Daniel Cruz Ovalle, alias “El Güero”, de 34 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Alejandro José Sosa Sosa, alias “El Blacky”, de 32 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Michael Antonio López Martínez, alias “El Toño” y/o “El Placa”, de 28 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Miguel Ángel Juárez Campantintla, alias “El Charolas”, de 28 años de edad, originario y vecino de Atlixco, y un menor de edad.
En su comunicado, la Procuraduría precisó que se logró el aseguramiento de cuatro armas de fuego, cargadores para AK-47 y R-15, dos granadas de fragmentación, nueve equipos de telefonía celular y 19 toneles de color azul con precursores para la elaboración de drogas sintéticas.
La PGJ difundió el boletín en todos los medios de comunicación –que por supuesto destacaron la noticia- y cerró así un capítulo exitoso en el combate a la delincuencia organizada.
Sin embargo, tal esfuerzo informativo se quedó corto. Y es que hubo algo esencial que no se comunicó.
Lo que el procurador Víctor Carrancá no dijo es que la víctima del secuestro es el hijo de una importante funcionaria del gobierno de Rafael Moreno Valle.
El menor de 14 años fue interceptado alrededor de las siete de la mañana del lunes 21 de enero cuando se dirigía, como todos los días, a la institución privada (el Colegio Americano de Puebla) donde estudia el segundo año de secundaria.
Iba a bordo del automóvil marca Porsche que sus padres le regalaron y que usaba cotidianamente para realizar sus traslados.
Prácticamente en las afueras de su domicilio, el preadolescente fue subido a una camioneta y llevado al escondite de Atlixco.
De más está decir que una vez que se denunció el secuestro, la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto dio al caso la más alta prioridad.
No podía ser de otra forma. Ello permitió que en menos de tres días se lograra rescatar prácticamente ileso al hijo de la colaboradora del mandatario y detener a la banda delictiva.
Una verdaderamente peligrosa, tanto que creyó poder salirse con la suya a costa del sufrimiento y el dolor de una familia con nexos directos, directísimos, con el poder local.
El mismo que, como se ve, tampoco está a salvo del crimen organizado, el cual en 2011 concretó 63 secuestros y 22 en 2012, de acuerdo con el Diario Oficial de la Federación del pasado viernes 25 de enero.