La foto que aquí se publica no es cualquier foto.
Es una de las fotos que para el recuerdo se tomaron -sin mayor afán que el registro personal- los integrantes de la misión del gobierno del estado Puebla en Alemania.
Es decir: los enviados del gobernador Rafael Moreno Valle para negociar el contrato madre con Audi.
Es mayo, el mes; 16, el día; 2012, el año, y Wolsfsburg, la ciudad.
Y así, sonrientes, optimistas, aparecen los funcionarios que llevaron el peso y el manejo, de principio a fin, del acuerdo histórico que ayer finalmente se oficializó en Los Pinos.
De izquierda a derecha:
Pablo Rodríguez Regordosa, secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico.
Juan Pablo Piña Kurczyn, en aquel entonces secretario de Servicios Legales y Defensoría Pública, y actual titular de la Sexta Visitaduría General de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Roberto Moya Clemente, secretario de Finanzas.
Y José Antonio Gali Fayad, secretario de Infraestructura.
(No sale en la foto pero también hizo el periplo, con la comitiva, el subsecretario de Desarrollo Económico y Promoción de Negocios, Mario Mendoza).
Todos ellos, fundamentales para lograr que el fabricante europeo eligiera a Puebla
Sin su intervención, en estos momentos estarían celebrando en otro estado.
Según se sabe, porque de los detalles realmente se sabe muy poco, en la sede del Grupo Volkswagen AG sostuvieron largas entrevistas con:
El director de las plantas de VW en el mundo.
El director jurídico de Audi.
Y varios ejecutivos, técnicos y operadores de Audi Latinoamérica.
Rodríguez, Piña, Moya y Gali –a quien incluso hicieron que viajara desde algún lugar de Europa donde vacacionaba con su familia- estuvieron tres días, intensos días, y se hospedaron en un hotel ubicado dentro de las propias oficinas del grupo automotriz.
Fue ahí, durante las negociaciones, que empezaron a recibir las primeras señales de que Puebla llevaba mano.
Al final de agotadoras sesiones, les aseguraron que la propuesta del gobierno morenovallista les parecía la mejor de todas, pero que desafortunadamente tenían que llevar por lo menos dos opciones más a los Consejos de Audi y VW por razones de protocolo.
También les confesaron, con lujo de detalles, que técnicos de Audi ya habían visitado Nuevo León, México, Jalisco, Guanajuato y Querétaro, entre otros estados.
Y que varios fueron descartados por distintas razones, dejando una terna conformada por Puebla, Guanajuato y Querétaro, y por último, sólo a Puebla y Querétaro en la final.
Un importante directivo de VW dijo sentirse impresionado por el control del gobernador poblano sobre el proceso de negociación con Audi. “Ningún detalle se le ha escapado”.
(Cómo se habrá cuidado la presentación del proyecto que antes de viajar, de la oficina del secretario de Finanzas, éste, Rodríguez, Piña, Gali y Mendoza recibieron tarjetas de presentación en alemán).
Incluso, el alto ejecutivo se mostró apenado con el equipo poblano por la calma con que en Alemania se estaban tomando las cosas para llegar a una decisión final.
Fue ahí sin embargo que se firmaron los primeros acuerdos: un Memorandum of Understanding (Memorándum de Entendimiento) y también un Non Disclosure Agreement (Acuerdo de Confidencialidad), en los que el gobierno de Puebla se comprometió a dar todas las garantías y a cumplir cada uno de los requisitos exigidos por Audi.
A saber:
Terrenos y aplanado y nivelación de los mismos.
Exenciones fiscales por un lapso de 10 años.
Capacitación para obreros en universidades locales.
Becas en el Colegio Humboldt para hijos de ejecutivos.
Una clínica.
Una estación de bomberos.
Un helipuerto.
Un Parque Industrial para Proveedores.
Y un seguro en caso de erupción del volcán Popocatépetl.
Entre otras prestaciones y cuestiones técnicas.
Para entonces, Querétaro no iba retrasado, sino lo que le sigue.
Y la ventaja que desde el inicio tomó Puebla ya fue irremediable.
Y más que eso: definitiva.
Unas 16 semanas después del viaje a Wolsfsburg, un viaje que desde Casa Puebla se quiso mantener en bajísimo perfil –e incluso negarse- para evitar riesgos y costos en caso de un fracaso, Audi anunció lo que ya todos sabemos.
Puebla ganó por:
La ubicación geográfica.
El clima.
Las condiciones del terreno en San José Chiapa.
Las carreteras y posibilidades de conexión logística.
La infraestructura.
La calificada mano de obra.
La seguridad pública.
La atención médica.
Las reconocidas universidades.
Las escuelas superiores técnicas.
La contribución de VW y su sindicato.
Pero también por el trabajo de Pablo Rodríguez Regordosa, Juan Pablo Piña, Roberto Moya, Antonio Gali y Mario Mendoza.
Los cinco pasajeros de aquel viaje de mayo a Alemania.
Un viaje importantísimo, hoy se sabe, para la historia económica de Puebla.
***
De última hora, una fuente de primer nivel me cuenta que hubo un pasajero más a Wolsfsburg.
Se trata de Alejandra Maupomé Cagigal, la eficiente directora general de Promoción de Negocios de la Secretaría de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico.
Ella, de hecho, aparece en esta foto poblada por Roberto Moya, Antonio Gali, Juan Pablo Piña y Mario Mendoza.
El único que falta en la imagen es Pablo Rodríguez Regordosa.
Y por una razón: él fue el fotógrafo.