Poder Judicial: radiografía de un fracaso

Arturo Luna Silva

Reprobado.

Vergonzosamente reprobado.

Así está el sistema judicial de Puebla.

León Dumit Espinal, presidente del Tribunal Superior de Justicia, no sólo no dio un paso hacia adelante: retrocedió diez.

Hoy, el poder Judicial del estado es la burla nacional.

La paradoja es que siendo uno de los mejores pagados del país, ocupa los últimos sitios en calidad, autonomía, confianza y rapidez.

El más reciente informe de evaluación de la Asociación de Bancos de México (ABM) y el prestigiado Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), no deja lugar a dudas.

Hay rezago en todo.

De acuerdo con el documento, al cual tuvo acceso este reportero, el aparato de administración de justicia poblana ocupa las siguientes posiciones:

* El último (32 de 32) en autonomía de jueces y magistrados.

* El último (32 de 32) en imparcialidad en los procedimientos.

* El 29 de 32 en calidad de los juzgadores.

* El 30 de 32 en calidad de las resoluciones.

* El 30 de 32 en uniformidad de criterios.

* El 30 de 32 en confiabilidad de los servicios periciales.

* El 29 de 32 en estructura y funcionamiento de los tribunales.

* El 29 de 32 en rapidez en los procedimientos ejecutivos mercantiles.

* El 27 de 32 en rapidez en los procedimientos ordinarios mercantiles.

* El 21 de 32 en rapidez en los procedimientos hipotecarios.

* El 28 de 32 en periodos de inactividad procesal imputables a la autoridad judicial.

* El 29 de 32 en rapidez en los procedimientos de ejecución.

* Y el 27 de 32 en duración de las diligencias de emplazamiento y notificación.

Donde el panorama cambia radicalmente es en los sitios que ocupa el poder Judicial de Puebla en cuanto a instalaciones, condiciones materiales y salarios:

* El 15 de 32 en condiciones materiales de los juzgados.

* El 12 de 32 en condiciones materiales de las salas.

* El 17 de 32 en suficiencia de recursos humanos.

* Y el 14 de 32 en salarios de jueces y magistrados.

Es decir: a mayor salario, menos calidad.

Sólo en Puebla.

La paradoja no es casual: León Dumit y sus muchachos cobran y viven como reyes.

A cambio, los poblanos recibimos una porquería de justicia.

Las últimas semanas han sido pródigas en ejemplos de lo que es este sistema caduco, corrupto e ineficiente, en el que por cierto la figura del gobernador Mario Marín –según la ABM y el ITAM- sigue siendo la más dominante.

***

El escándalo del junior asesino de la Hummer.

La impotencia para castigar a los niños violadores de Zacatlán.

La macabra broma de los adolescentes que causaron irreparables daños, y posteriormente la muerte –tras larga agonía-, al niño del petardo en Chietla.

El bloqueo de la Vía Atlixcáyotl tras el homicidio imprudencial de un estudiante de Comunicación de la BUAP.

La violenta rebelión de pobladores en Santa María La Alta contra rateros y judiciales golpeadores.

Los taxistas de San Andrés Cholula que tuvieron que rascarse con sus propias uñas y salir a detener a un asaltante ante la ausencia de la autoridad.

Los locatarios del mercado Hidalgo que, hartos, se agruparon para aprehender a un par de raterillos de unidades de transporte público.

La rabia de los habitantes de Huatlatlauca, cansados de los abusos de judiciales y policías municipales.

Los tres policías municipales acusados de asesinar a dos comerciantes de San Felipe Xochiltepec.

Y –apenas este fin de semana- el zafarrancho de Azumiatla, donde los vecinos intentaron linchar a cuatro trabajadores de la SCT.

Todos los anteriores son sólo algunos ejemplos clarísimos de la descomposición de nuestro sistema de administración y procuración de justicia.

Señales que nadie ve (o nadie quiere ver).

Expresiones que se piensan aisladas, pero que son parte de un todo.

El hartazgo ciudadano (y la idea de hacerse justicia por propia mano) es evidente y sobre todo consecuencia del fracaso del poder Judicial del estado de Puebla.

***

Dice, a manera de resumen, el reporte de la Asociación de Bancos de México y el ITAM:

“El poder Judicial del estado de Puebla enfrenta un reto importante para lograr mejorar los conocimientos jurídicos de sus juzgadores, a los cuales los encuestados perciben con un bajo nivel profesional.

“Se reportaron problemas serios en la imparcialidad de los juzgadores, principalmente por la influencia que sobre éstos ejerce el Ejecutivo local.

“Así mismo, se aprecia necesario atender otros rubros como son: el mejorar la carrera judicial, aumentar el número de juzgados, capacitar a notificadores y efectuar una reforma a la legislación procesal civil local, que coadyuve al desarrollo eficiente de los procesos.

“También se presentan problemas en el rubro de duración de los procedimientos, principalmente en los juicios que se tramitan en la vía ejecutiva mercantil e hipotecaria.

“Las cosas parecen mejorar un poco en la etapa de ejecución de las sentencias, aunque existen reportes de dilaciones procesales por la presencia constante de simulación de juicios laborales y la utilización de criterios discrecionales por parte de los juzgadores.

“El presupuesto asignado al poder Judicial es relativamente bueno, sin embargo pudiera no estar aplicándose adecuadamente, ya que hay insuficiencia de personal, lo cual explica de cierta manera que haya reportado un importante rezago de expedientes, tanto en salas como en juzgados” (sic).

¿Y León Dumit?

Bien, gracias.

gar_pro@hotmail.com

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