Los 4 Jinetes del Apocalipsis Penitenciario

La salida de Aldo Enrique Cruz Pérez de la Dirección General de Centros de Reinserción Social es apenas el primer paso de los muchos que debe dar el gobierno morenovallista, pero en especial los secretarios General de Gobierno, Fernando Manzanilla, y de Seguridad Pública, Ardelio Vargas, rumbo a la obligada y urgente reestructuración del corrupto e ineficaz sistema penitenciario poblano.

Un sistema por tantos años únicamente usufructuado por funcionarios sin escrúpulos y sin conocimiento elemental sobre la función que por ley está obligada a realizar la citada Dirección General, como parte integral y decisiva dentro del concepto de justicia penal.

La limpia debe ser total, si es que el gobernador Rafael Moreno Valle va en serio.

“Monseñor” Cruz Pérez ya se fue -¡gracias a Dios!- pero dejó una dependencia saturada de gente mediocre, corrupta y de muy bajo perfil, aunque eso sí, todos miembros distinguidos de la vela perpetua y el sagrado corazón de Jesús.

Entre ellos hay que destacar a cuatro fieles servidores del ex funcionario, mismos que en la cara de Ardelio Vargas siguen sosteniendo la red de corrupción que tanto daño causa al sistema carcelario.

Me refiero, en concreto, a los directores de los cuatro Ceresos estatales, quienes son los siguientes:

HERIBERTO GALINDO CRUZ.-  Director del Cereso Puebla, funcionario sin una sola cualidad académica, artículos publicados, propuesta de trabajo, pero eso sí, fiel y discreto recaudador en  los negocios de Filiberto López Zavala y Aldo Enrique Cruz en San Miguel.

ING. CARLOS TABOADA VILLANUEVA.- Director del  Cereso de máxima seguridad en el estado, erigido  en Tepexi de Rodríguez, cuyos más interesantes antecedentes laborales, son haber sido jefe de licencias en la SCT en la época de Melquiades Morales y luego recolector de cuotas en los giros negros en el Ayuntamiento de Puebla en la época de Enrique Doger, cosa que está haciendo muy bien ahora en el penal que está bajo su cargo.

CELIA HERNANDO SOTO.-  Directora del Cereso de Ciudad Serdán,  quien nunca se tituló como abogada, pero es el orgullo del nepotismo en todo el sistema penitenciario poblano, tiene trabajando en los Ceresos a su esposo Víctor Rentería como jefe operativo en la Supervisión de Establecimientos de Reclusión, y a sus cuñados Rafael y Ernestina Rentería en el Cereso de Cholula, como sub-director y jefe de grupo respectivamente. Su mamá y sus hermanos no han entrado a trabajar también, porque el Cereso de Serdán les queda un poco lejos de su casa.

MARCO ANTONIO GOMEZ VIRGEN.- Director del Centro de Internamiento Especializado en Atención a Menores Infractores –CIEPA- Médico veterinario marinista, que obviamente no conoce ni la “o” por lo redondo en materia de tratamiento penitenciario, pero eso no importa, es uno de los muchos y más rabiosos soldados del marinismo.

En resumen:

Tanto Fernando Manzanilla como Ardelio Vargas deben saber que ya nadie en Puebla se chupa el dedo.

Y que sin la salida de estos personajes, sólo estarán haciendo como que limpian –pero no limpian- el corrupto sistema penitenciario del estado.

¿O será que lo suyo, lo suyo es que todo cambie para que todo siga igual?

Es pregunta, conste.

gar_pro@hotmail.com

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