Ayer, con una desfachatez digna de premio, Alfonso Gómez Quintana, presidente del elefante blanco llamado Buró de Convenciones de Puebla, abrió la boca.
Y lo hizo sólo para confirmar hasta dónde son capaces de llegar los entenados del ex secretario de Turismo Juan José Bretón Ávalos, en su afán de seguir mamando del presupuesto estatal.
Cínico como su titiretero, Gómez Quintana dijo tres cosas:
La primera, que el dichoso Buró quiere que el gobierno de Rafael Moreno Valle le entregue 8 millones de pesos para operar (8 millones adicionales a los que sí recibieron del marinismo y que, como le contaba en las anterior entrega, hicieron perdedizos en el pasado sexenio).
La segunda, que si no los obtienen a corto plazo, entonces el Buró va a desaparecer (¡Bendito sea Dios!).
Y la tercera: que es la hora que “no conocen” al actual secretario de Turismo, Ángel Trauwitz Echeguren (y como diría don Teofilito: ni lo conocerán, porque el señor anda trabajando, no como Bretón Ávalos y sus cómplices en el negocio del subsidio oficial y el chantaje).
Lo que no dijo el tal Gómez Quintana es lo que sí ya han empezado a denunciar y a documentar los miembros y consejeros del Buró de Convenciones, una asociación civil que (está confirmado) sólo ha servido como inagotable fuente de negocios personales del citado Bretón Ávalos, acompañado del otro inútil secretario de Turismo que hace no mucho tuvo Puebla, el tristemente célebre José Rosales Bretón.
Cheque usted lo que me mandan a decir:
“Formamos parte del Buró de Convenciones A.C. somos un grupo de empresarios poblanos que queremos a nuestro estado y queremos que progrese realizando un trabajo honesto y de promoción en beneficio de miles de familias.
“Pero nos hemos topado con un grave problema. En los últimos días los consejeros que formamos el Buró fuimos víctimas de abusos y problemas, motivo por el cual nos atrevemos a pedir su valiosa ayuda para externar nuestra preocupación a la ciudadanía así como a las autoridades.
“Le queremos informar que los ex secretarios de Turismo, Juan José Bretón Ávalos y José Rosales Bretón se apoderaron de esta Asociación Civil y le han quitado la nobleza con la que fue fundada, volviéndose un negocio para ellos así como para todo su sequito de “amigos” o “familiares”, desplazándonos a quienes hemos trabajado a favor de nuestro Estado.
“Le quiero platicar que el ex secretario Bretón donaba y nos mantenía las cuentas ocultas, al final los únicos beneficiados fueron sus “socios” (dígase amigos o familiares), quienes me comentan que este dinero asciende a los 8 millones de pesos mensuales, los cuales eran entregados sin ningún requisito.
“Por eso exigimos que entreguen cuentas claras y salgan de esta asociación lo más pronto posible, ya no podemos seguir con esta situación.
“Las consecuencias que estas personas nos han dejado es que no podemos integrar proyectos por la corrupción y mala fama de que se ha hecho la Asociación, motivo por el cual Sectur nos exige comprobar cuentas, pero no podemos hacerlo los socios, debido a que no nos dan la información al respecto.
“Nos ponemos a sus órdenes, no sin antes pedirle que guarde nuestros nombres en el anonimato, ya que podríamos ser víctimas de alguna represalia.
“Quedamos de usted y de antemano agradecemos la ayuda que nos pueda dar para difundir esta información”.
Hasta ahí la carta.
Y como se puede ver, apenas es el inicio.
La cloaca de Bretón Ávalos en Turismo dará para más, mucho más.