Arturo Luna Silva
El pasado domingo, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa tuvo importantes acercamientos con los medios de comunicación poblanos.
Al medio día ofreció una rueda de prensa a los reporteros de la fuente, a quienes presentó la página web de la Arquidiócesis, y por la noche, en la Curia Arzobispal, ubicada en la 16 de Septiembre 901, cenó con directores de radio, televisión, periódicos y portales de internet.
En ambos escenarios, el máximo jerarca de la Iglesia católica habló de política y por supuesto de las campañas constitucionales que están por comenzar.
Entre otras cosas, lamentó que el arranque de éstas, lamentablemente, coincide con la Semana Santa y, en ese sentido, dijo que ojalá esto no fuese así.
Sería bueno, expresó, que iniciaran (las campañas) otro día que no sea el 2 de abril, tal vez el Domingo de Pascua o después, “por respeto a los días de guardar”.
Ayer por la tarde, el vocero de la Arquidiócesis, el padre Eugenio Lira Rugarcía, recibió una carta dirigida a monseñor Sánchez Espinosa.
Dicha misiva fue enviada por el candidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla, Mario Montero Serrano.
¿El fin?
Informarle –lo cortés no quita lo valiente, y menos en política- que él, atendiendo a su llamado, arrancará su campaña hasta el próximo lunes 5 de abril, pues “comparto la convicción de que la Iglesia católica que usted dignamente conduce, realiza jornadas espirituales muy importantes en Semana Santa y ello merece su atención plena y respeto” (sic).
Vamos: un gesto de altura que sin duda caerá bien en varios sectores sociales, no sólo entre los fieles católicos que en Puebla, como se sabe, son mayoría.
El ex secretario de Gobernación arranca bien y se anota un punto a su favor.
¿Ahora lo imitará su contrincante, el panista (y ultra católico) Eduardo Rivera Pérez?
Se me hace que no le va a quedar de otra.
Hete aquí la carta de Mario Montero al influyente arzobispo poblano: