Arturo Luna Silva
Sí, Enrique Doger es un maestro de la intriga.
Y un virtuoso en el arte de la guerra…
Pero de la guerra sucia, que no deja de practicar contra Mario Marín.
La última del ex alcalde es la aparición de un “misterioso” portal de internet dedicado por completo a atacar al gobernador de Puebla y a Javier López Zavala.
Desde www.asiespuebla.com, escondido bajo las enaguas del anonimato, Doger se da vuelo acusándolos a ambos de todo, y todo es todo:
Desde tener vínculos con el narcotráfico hasta ser los responsables de miles de desapariciones de mujeres en los últimos años en el estado.
Doger, que la noche del martes volvió a reunirse en secreto con el ex priísta Rafael Moreno Valle, es tan burdo que, para su desgracia, va de lo cómico a lo ridículo y viceversa.
Ya lo dijo el clásico: hay que ser marranos pero no trompudos.
“¿Quieres más de lo mismo? Marín = Zavala o peor”, dice Doger a los cibernautas.
“4 000 empresas y negocios quebraron en el último sexenio”, agrega.
“¿Marín también narco?”, remata, dejando tras de sí no sólo todas las huellas, sino una larga, larga estela de odio enfermizo hacia Marín y López Zavala, que desde luego santos no son, pero tampoco es para tanto.
En los últimos días hubo información sólida sobre el inicio de la guerra sucia de Doger contra el marinismo que abomina.
Como siempre, Doger se tiró al piso y se dijo él mismo víctima de una “difamación”.
Sin embargo, esta vez tanto el gobernador como López Zavala tienen pruebas de que es Doger quien está detrás de los ataques, que son sistemáticos y desde varias trincheras.
No debe pasar desapercibido que Doger hace la guerra mientras simula la paz, al tiempo que negocia espacios y posiciones en el PRI a cambio de declinar a favor de López Zavala.
Y que una cosa es lo que va a decirle a Beatriz Paredes, a quien le habla de ser factor “de suma y no de resta”, y otra muy diferente lo que hace tras bambalinas.
Hace no mucho tiempo, Marín toleró que desde el ayuntamiento Doger financiara al abogado de Lydia Cacho, Xavier Olea, en el penoso caso contra el gobernador en la Suprema Corte.
López Zavala por su parte aguantó que Doger lo ofendiera en lo personal bautizándolo como “babuino”, una extraña especie de mandril africano.
La familia de Marín (esposa, hijos, hermanos) fue objeto de los envenenados dardos dogeristas; también un hermano de López Zavala.
¿Es a este hombre a quien el PRI hará oootra vez candidato a la presidencia municipal de Puebla?
¿Van los marinistas a inclinarse nuevamente para que por encima les pase quien en el fondo sólo busca su destrucción?
Yo lo dudo.
Aunque ya se sabe que con Marín y su grupo todo, todo puede suceder.
Hasta cometer suicidio.
Claro: suicidio político.