Se quedaron con las ganas los ojos que ansiaban ver señales sobre la carrera a la gubernatura, en la 161 Conmemoración de la Batalla del 5 de Mayo. Las principales corcholatas poblanas no estuvieron presentes y existe una explicación muy simple. En cambio, los aspirantes a la candidatura de Morena a la Presidencia de la República sí aprovecharon los reflectores, en distintos actos, y principalmente en el desfile en la histórica zona de Los Fuertes.
Comencemos por explicar por qué no estuvieron los principales aspirantes a la gubernatura en 2024.
Como adelantamos el viernes en Garganta Profunda, el presidente Andrés Manuel López Obrador no quería cerca en esta ceremonia ni a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, ni al presidente de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel Miranda.
A la primera, por los muchos y públicos desencuentros entre los Poderes Judicial y Ejecutivo.
Al segundo, presuntamente por el discurso beligerante que pronunció en la presentación de la alianza opositora para la elección de 2024 en la Ciudad de México.
Creel no solamente fue retador, sino innecesariamente grosero.
(Aunque eso fue el 4 de mayo, cuando algunas fuentes aseguran que ya se había tomado la decisión de no invitarlos).
Los protocolos dictan que en este tipo de ceremonias se debe invitar a los presidentes de los otros poderes.
Al no estar Piña ni Creel, quien comparte presidencia del Congreso de la Unión con el Senado de la República, por fuerza había que dejar fuera al poblano Alejandro Armenta, titular de la Mesa Directiva de la Cámara Alta.
Solamente estuvieron representantes del Poder Ejecutivo federal, por cierto con una notable presencia de integrantes del Ejército y de la Marina.
Fue notorio en la grada central.
Alejandro Armenta fue, sin merecerlo, afectado por la relación ríspida que hay contra Piña y Creel.
Al no estar Armenta, luego entonces vino una lógica de efecto dominó que terminó por rasurar de la lista a las corcholatas poblanas que juegan en las ligas federales.
Si no estaba Armenta, se hubiera visto muy mal que sí estuviera Ignacio Mier Velazco, coordinador de los diputados de Morena en San Lázaro.
Pero si tampoco estaba Mier, se hubiera visto pésimo, y pudo haber sido leído como una señal “definitiva”, que sí asistiera la titular de la Secretaría de Medio Ambiente federal, María Luisa Albores González, quien también ha dicho que quiere competir por la gubernatura poblana.
Ella participa regularmente en todas las celebraciones en Puebla y desarrolla una parte importante de su agenda en nuestro estado.
El año pasado, en la 160 Conmemoración estuvo en primera fila.
Ahora no.
A pesar de que estuvieron otras de sus compañeras de gabinete.
Aunque no asistieron ellos dos y ella a la ceremonia, tuvieron otras actividades.
Alejandro Armenta fue en calidad de presidente del Senado a visitar a paisanos migrantes en Nueva York.
Allá la celebración del 5 de mayo es especialmente importante, más incluso que la del 15 de septiembre, de la Independencia de México.
Mier Velazco, en tanto, el jueves en la noche encabezó una cena en su casa, con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, como invitado principal.
También asistió una lista muy importante de personajes de peso. De mucho peso.
María Luisa Albores no publicó nada específico, pero compartió en sus redes sociales las transmisiones oficiales del Gobierno de México, sobre la conmemoración.
A la distancia y con discreción, también manifestó su apego a Puebla.
En cambio, las muy presentes fueron las corcholatas a la Presidencia: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.
La primera, como consentida en tierras poblanas y con anfitrión de peso: el secretario de Gobernación estatal, Julio Huerta.
Él, quien es también su coordinador en Puebla, la recibió en Casa Aguayo y luego no se despegó de ella, durante toda su visita, la que concluyó con una comida a la que asistió también la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar.
Otro de los invitados al desfile fue el mandatario de Veracruz, Cuitláhuac García.
Por cierto que en la grada central del desfile, detrás de Claudia, quien fue colocada al extremo izquierdo, lejos del Presidente, estuvo el mismo Julio Huerta, así como las otras dos aspirantes femeninas a 2024, Olivia Salomón, titular de Economía estatal, y Ana Laura Altamirano, secretaria de Desarrollo Rural.
Finalmente, no apareció la señal.
La “pinche señal”.
Antes del desfile, el presidente López Obrador afirmó que en Puebla no tiene “favoritos”.
Y que no hay “tapado” (o “tapada”) para la candidatura de Morena a la gubernatura.
Por supuesto, nadie le cree.
Él es el “Dedo de Oro”.
Y fungirá como “El Gran Elector”.
Al más puro estilo de los presidentes emanados del PRI.
Pero lo tenía que decir.
Ni modo que hubiera venido a aceptar que sí tiene “favorito” y que sí tiene “tapado”.
Ésa, ésa sí hubiera la gran nota.