EL CONGRESO DE LA UNIÓN, COMO ESCENARIO NATURAL DE LA SUCESIÓN POBLANA

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Apenas en contadas ocasiones, los legisladores federales poblanos han sido protagonistas de la vida estatal o nacional. Las dos cámaras del Congreso de la Unión no han sido, tradicionalmente, el mejor ambiente para el lucimiento de los políticos estatales. Sin embargo, en los últimos años las cosas se han venido dando distintas. Hoy, es éste precisamente el escenario natural de la sucesión en la gubernatura.

Este martes, con el pretexto de conmemorar el 492 Aniversario de la Fundación de Puebla, los primos Alejandro Armenta, senador, e Ignacio Mier Velazco, diputado federal, realizaron sus respectivos festejos.

Buscaron, por obviedad, lucimiento personal.

El primero en el Senado de la República organizó la Expo por Amor a Puebla.

Tuvo entre sus invitados a las senadoras Ifigenia Martínez, Marybel Villegas, Lucy Meza, Nadia Navarro.

También al senador Cristóbal Arias y Sergio Vergara, titular de Cultura del gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

En tanto, Mier se hizo acompañar de los coordinadores parlamentarios de San Lázaro e invitados poblanos a la inauguración de la Semana de Puebla.

Los dos actos son solamente anecdóticos, en el contexto general de la utilización de sus respectivos cargos, para apuntalar sus aspiraciones a la gubernatura poblana.

Alejandro es actualmente el presidente de la Mesa Directiva y antes lo fue de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta.

Nacho es presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y, desde el segundo año de la anterior legislatura, es el coordinador de los diputados federales de Morena.

Los reflectores les han sobrado.

En Puebla y en el contexto nacional.

Es la primera ocasión en la historia en que, aparentemente, la sucesión de Puebla se pelea y se definirá en el Congreso de la Unión.

Los poblanos no han sido históricamente lumbreras en las Cámaras.

Se pueden contar con los dedos de una mano los más brillantes.

Dos, para empezar, han sido presidentes de sus respectivos órganos parlamentarios.

Y los dos, coincidentemente, han sido después gobernadores.

Mariano Piña Olaya fue el presidente de la entonces Gran Comisión (ahora no existe un solo órgano de mando) de la Cámara de Diputados, en el primer año de la LII Legislatura, de 1982 a 1983.

Fue quien entregó la Banda Presidencial a su amigo Miguel de la Madrid Hurtado, quien luego lo hizo gobernador de Puebla.

Eran los tiempos del priato hegemónico.

Años más tarde, el fallecido gobernador Miguel Barbosa Huerta fue el primer poblano que presidió el Senado de la República.

El más alto honor parlamentario para un oriundo de Puebla, hasta ese momento.

Presidió la Cámara Alta entre 1 de septiembre de 2014 y el 31 de agosto de 2015.

Ahora, el próximo gobernador podría ser un émulo, con las proporciones guardadas, de alguno de ellos dos.

Llegar desde el Senado o desde San Lázaro, a Casa Aguayo.

Podría ser.

Pero también no.

El tiempo lo dirá.

gar_pro@hotmail.com

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