SNTE 23: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ, EL CANDIDATO DE LA LARGA COLA

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En una elección con reglas inéditas, que aspira a una nueva era gremial y busca poner fin a la corrupción que ha persistido en el SNTE, el magisterio poblano acudirá a las urnas el 28 de marzo, para votar directamente por primera vez en su historia y elegir nuevas dirigencias de las secciones 23 y 51. El proceso no está exento de guerras sucias y falsas alertas. Se sabe bien que el candidato a la Sección 23 José Luis González Morales y su grupo siembran dudas entre los maestros, como cortina de humo, para ocular la larga cola y acusaciones de desfalco que pesan sobre él.

González Morales, titular saliente de Finanzas y candidato de la Planilla Morada a la secretaria General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Sección 23, no ha podido justificar gastos por 72 millones de pesos.

Sí, no uno, no dos, no tres: ¡72 millones de pesos!

Una fortuna.

Que al menos documentalmente nadie sabe en los bolsillos de quién fue a parar.

Eso explica por qué él y sus seguidores están propalando la idea de que habrá “fraude”.

Sin embargo, es imposible que eso ocurra.

Por las reglas y la vigilancia que los propios maestros harán de su inédita elección, con voto directo y secreto.

Esa “campaña de miedo” sólo se explica como cortina de humo, por la larga cola que arrastra ese candidato, a quien, por cierto, “nadie le cree y solamente da patadas de ahogado”, aseguró una fuente.

Lo cierto es que esta elección será histórica y puede aparecer en los anales de la lucha magisterial de Puebla y del país, como un orgullo.

Están los docentes poblanos ante la oportunidad de la democracia interna por primera vez.

Pero vayamos al caso del presunto desfalco por 72 millones de pesos.

José Luis González Morales lleva ese estigma y lastre, de magnitudes lapidarias.

Eso ha hundido su campaña.

Los maestros lo ven con infinita desconfianza.

Eso lo ha llevado a perder adeptos.

Los docentes están inconformes con el mal uso que hizo de las cuotas sindicales.

Las anomalías, en conjunto, suman 72 millones de pesos, en seis años.

Las crecientes y permanentes dudas e indignación tuvieron recientemente su punto de ebullición.

El 6 de marzo, los maestros de la Sección 23 tuvieron la reunión de evaluación de los informes de los secretarios del Sindicato.

Entre ellos, el de José Luis González Morales, titular de Finanzas.

El retraso en estas evaluaciones se dio por la pandemia, ya que dejaron de realizarse esas sesiones.

De ahí que el informe de gastos del titular de Finanzas de la Sección 23 comprendió los 6 años de ejercicio financiero.

Ahí estalló todo.

Las cuentas no fueron claras.

Las dudas a manantiales.

La indignación exacerbada.

Cada año, las cuotas sindicales alcanza los 12 millones de pesos, en números redondos.

Pero por la pandemia, entre 2020 y 2022, no hubo actos ni reuniones por 2 años y medio.

Sin embargo, a pesar de la inactividad gremial, se gastaron ¡30 millones de pesos!

¿Cómo?

¿A dónde?

¿En qué?

Se supone que no solamente no debieron ocurrir gastos, sino que además estos no fueron destinados al rubro de salud para los maestros.

Usualmente los recursos sirven para beneficios en favor de los docentes, desde temas lúdicos como festejos y celebraciones, hasta temas de apoyos directos.

Con dos años y medio de pandemia, pues las restricciones permanecieron casi por 30 meses, sin asistencia de profesores a escuelas y mucho menos a eventos, José Luis González gastó un millón de pesos al mes.

Sí, ¡al mes!

El informe de González Morales, que fue observado por más de 900 trabajadores de la educación, carecía de cifras.

Había rollo, pero no estaba ningún detalle de operación financiera.

Estalló el malestar.

El candidato de la Planilla Morada no pudo responder las interrogantes de los trabajadores.

Ni siquiera pudo contestar cuánto dinero había disponible en caja.

Su informe fue reprobado.

Rechazado.

Las dudas surgieron: ¿el dinero de las cuotas sindicales terminó en la campaña del candidato de la Planilla Morada “Caminemos Juntos”?

En serio, ¿72 millones de pesos a eso?

¿O a qué?

¿O por qué?

A partir de ese desastre y de su caída, González Morales y su equipo comenzaron a tender cortinas de humo.

Han decidido establecer como frase que “el voto es secreto”, pues a sus simpatizantes les avergüenza vinculase con ese candidato.

También el cuento del fraude.

Pareciera que la tarea es desacreditar la histórica elección.

Su estrategia anuncia su derrota.

gar_pro@hotmail.com

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