Como un adelanto de lo compleja que será la tarea que le espera al nuevo titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) estatal, Omar Álvarez Arronte, se ha desatado en los últimos días una epidemia de percances de tránsito, en la que los choferes del servicio público han sido los protagonistas y un caudal de fallas en las unidades y rutas ha sido el principal ingrediente.
Días desastrosos han dado la bienvenida (o malvenida), mejor dicho, al experimentado funcionario.
Viejo lobo de mar, Omar Álvarez recién rindió protesta al cargo el 10 de marzo y ya, principalmente entre 14, 15 y 16 del mes, se han registrado cinco aparatosas colisiones.
La imprudencia de los choferes ha sido el motivo, en la mayoría de los casos.
La ausencia de capacitación, un denominador común.
La maldita “cuenta“, el epicentro de la tragedia.
Ha sido tan pronunciada está epidemia de percances, que el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina se refirió a ella en su conferencia matutina de este jueves.
Se dirigió a los transportistas y fue enfático en la necesidad de que cumplan con la ley.
Todos.
Sin excepción.
Fue puntual respecto de la necesidad de que se capacite suficientemente a los choferes.
Que se imprima profesionalismo al servicio.
Dijo que, al fin de cuentas, eso redundará también en beneficio y en las utilidades de los mismos concesionarios.
El reto es enorme.
Sin embargo, Álvarez Arronte tiene la experiencia política, administrativa y profesional para sacar adelante este gran paquete.
Ha sido secretario de Gobernación, de Seguridad Pública, Tesorero Municipal y Auditor.
Ha participado dentro de áreas estratégicas de gobierno en muchísimas administraciones.
También se ha desempeñado como secretario de Desarrollo Urbano en Puebla.
El más grande obstáculo del titular de MT es el tiempo.
Son menos de 700 días para arreglar lo que sus antecesores no pudieron resolver.
O no quisieron.
La modernización de las unidades.
El reordenamiento de rutas.
Que cumplan con los compromisos, como poner botones de alarma, cámaras y otras medidas de seguridad.
La capacitación de choferes.
Meter en cintura al gremio y sus patrones, que parece lo más complicado del cochinero heredado por Guillermo Aréchiga y Elsa Bracamonte y todos quienes han pasado por esa dependencia.
Pero ahí es donde Álvarez Arronte deberá sacar el oficio político.
Y el “colmillo”.
Vaya que lo tiene y lo ha desplegado antes en responsabilidades y coyunturas importantes, como cuando fue diputado federal.
La malvenida que lo ha recibido seguramente le ha hecho afinar y precisar el diagnóstico que de por sí ya tenía.
Los días desastrosos tienen una larga lista de eventos de tránsito.
14 de marzo: al menos 20 lesionados dejó la volcadura de Ruta Galgos.
15 de marzo: un camión del transporte público colisionó contra una camioneta en Huejotzingo.
15 de marzo: un camión de la Ruta 72 A chocó contra un poste de luz en el Bulevar Esteban de Antuñano.
15 de marzo: un microbús de la Ruta Bulevares La Guadalupana colisionó contra un vehículo particular en la carretera a Valsequillo.
16 de marzo: una unidad de la Ruta 61 volcó y el saldo fue de 9 lesionados, en la colonia Moctezuma, de la capital poblana.
Omar Álvarez va a contrarreloj.
La misión parece imposible.
Es tarea ardua y compleja.
Parece una trama hollywoodense.
Una guerra de menos de 700 días…
Contra un monstruo de mil cabezas.