Han pasado más de 20 días de que terminaron las comparecencias del gabinete ante el Congreso local, como parte de la Glosa del Cuarto Informe de Gobierno, y los prometidos, o al menos tan esperados, cambios en la administración pública estatal, como el ya tan urgente en la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT), no llegan. Pareciera que se ha quedado congelada la “apremiante” necesidad de imponer un sello propio.
El transporte público poblano sigue como uno de los peores del país.
Los concesionarios y los operadores hacen lo que les place.
Pasan por encima de los derechos, hasta humanos muchas veces, de los usuarios.
Con el gobernador Miguel Barbosa Huerta se concedió el incremento del precio del pasaje.
En ese momento parecía impostergable.
Pero se hicieron compromisos y se establecieron fechas para su cumplimiento.
Hubo muchos requisitos en mejoras y seguridad que se resumieron en el concepto de “modernización” de las unidades.
No ocurrió.
Nada o muy poco se avanzó.
Presuntamente, el ex titular de la SMT, Guillermo Aréchiga Santamaría, quiso hacer negocios sucios desde su cargo.
Hoy está en la cárcel.
Pero la nueva titular, Elsa Bracamonte, tampoco ha podido avanzar en el sistémico problema que representan las mafias y las fallas del transporte público de la capital y los municipios.
Es un caos.
El transporte.
Y también la Secretaría.
Pero lo peor es que no hay siquiera un diagnóstico correcto.
Fuentes muy confiables han comentado que el cambio en esa secretaría lo consideró urgente el fallecido gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Habían pasado ya varios meses y muchas oportunidades para conseguir siquiera cambios mínimos.
Hay que reconocer que es un asunto de décadas sin resolver.
Ha sido así por la falta de determinación, por la colusión, por la corrupción o por la incapacidad.
Gobernadores han ido y han venido y el problema sigue ahí.
A veces crece mucho.
Y otras crece más.
Pero ahora tampoco han llegado las soluciones.
La decisión, aseguran, estaba tomada.
Comenzando el año, en enero, vendría el relevo en esa dependencia y algunas otras.
La muerte sorprendió a Barbosa Huerta y luego se desataron horas de incertidumbre, hasta la llegada del ex alcalde de Tepeaca y ex diputado local Sergio Salomón Céspedes Peregrina a la titularidad del Poder Ejecutivo del estado de Puebla.
Hubo señales de que, tras las comparecencias, vendrían los cambios en el gabinete.
Hay dependencias y sus titulares que están en la lista de urgencias, aparentemente, para los cambios.
Pero no vienen.
No llegan.
El tiempo pasa con premura.
Y si no es, al menos huele a pasividad en cuanto al sistema de transporte público poblano, imperio absoluto del abuso y de la ineficiencia.