CLAUDIA EN VIVANCOLANDIA, EL REINO DEL TIKTOK

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Incapaz de leer la realidad política y sus propias circunstancias, la ex presidenta municipal de Puebla capital, Claudia Rivera Vivanco, parece habitar en un mundo paralelo, en el que un espejo distorsionado le regresa una falsa imagen y le da ficticias expectativas al futuro. La dosis de verdad que le ofreció este miércoles el alcalde Eduardo Rivera Pérez es contundente: la morenista no tiene ninguna autoridad moral para criticar los esfuerzos que se hacen por reparar la ciudad que ella dejó destrozada.

En su reino de TikTok, la persona que está sancionada por violencia política en razón de género, y a punto de quedar fuera de la contienda de 2024, olvida que es la peor alcaldesa de la historia de la capital poblana.

Pero ella cree que no.

Evade su realidad.

Aunque su fracaso en su primera incursión en la función pública es medible.

En 2021, Claudia Rivera Vivanco perdió por más de 21 puntos.

Fue sepultada por más de 117 mil votos.

Cada uno una voz ciudadana de desaprobación.

Actualmente, está sancionada por violencia de género en agravio de la abogada Yasmín Flores Hernández.

Si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratifica la resolución del Tribunal Estatal, quedará fuera de la contienda de 2024.

Ni siquiera podrá ser regidora en algún municipio perdido del estado.

Al acabar su labor -es un decir- como alcaldesa, dejó un caos en la cuarta ciudad más importante del país.

Destruyó el municipio.

Sus yerros, presunta corrupción y malas decisiones afectaron a todos los ciudadanos.

Por todo eso y su incapacidad para construir políticamente, se quedó sin grupo político.

Presumió que iría a una “gran responsabilidad nacional”, pero nadie le da trabajo.

Llegó al Palacio del Ayuntamiento en 2018 por casualidad.

Arrastrada por la popularidad de Andrés Manuel López Obrador.

Luego fue daño colateral.

Ha retado, efectivamente, sin autoridad moral, al gobierno municipal.

Hace críticas sin sustento.

Lanza bengalas mojadas.

No ha advertido que Eduardo Rivera Pérez, quien tiene elementos suficientes para que se inicien procesos penales, además de más procesos administrativos, le ha tenido mucha consideración.

Alguien ha comentado que “es lástima”.

Porque bien podría estar “en la cárcel”.

Aseguran en el Ayuntamiento que hay elementos de sobra para ello.

En tanto, ¿qué hace además de sus TiksToks?

Nada.

Exhibe arrogancia.

Sus días también trascurren con un deambular entre mesas de café en el Centro Histórico, rogando la atención de algún reportero extraviado en la maraña informativa.

Quien se ve, o se vio en un TikTok, realmente patético por seguirle el juego, fue el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Mario Delgado.

Pareciera que el colimense no tienen nada que hacer.

Mientras todo eso ocurre en Vivancolandia, Claudia ruega por una cita con el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Pero el mandatario tiene, honestamente, tres millones de cosas más importantes que hacer, antes que dedicarle unos segundos a este renglón torcido de la Cuarta Transformación (4T).

Miguel Barbosa Huerta no estaba equivocado sobre ella.

No hay quien tenga una buena opinión sobre su actitud o su desafortunado (des) gobierno municipal.

El espejo de su reino de TikTok le rebota un espejismo.

Una pena.

gar_pro@hotmail.com

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